DLD, Los Claxons y Rebel Cats arman fiesta en el Autódromo Hermanos Rodríguez

El claxon se unió a las ovaciones y coros con los que el público correspondió a la entrega de los músicos, quienes agradecieron la asistencia de sus fans al show presencial-streaming

Los espectadores disfrutaron del concierto desde la comodidad de sus autos (Octavio Hoyos).
Separados por zonas, el público sumó el sonido del claxon para apoyar a los artistas (Octavio Hoyos).
Ciudad de México /

Desde las 18:30 horas, automóviles fueron llegando a las puerta 15 del Autódromo Hermanos Rodríguez en lo que prometía ser una noche especial, en la que volvería a vibrar la pista al ritmo del rock mexicano.

Cada vehículo ingresó por uno de dos carriles delimitados en donde, a través de la zona de sanitización, fueron sorteando los filtros de bioseguridad: el chequeo de temperatura, cateo de automóviles para evitar el ingreso de bebidas alcohólicas realizado por el personal protegido (guantes, careta y cubrebocas).

Llegando a la curva en que se encontraba el escenario, el personal indicaba el cajón que tendría que ocupar cada automóvil; un espacio de aproximadamente 6 metros de ancho por 12 de largo, zona que cada grupo de asistentes (4 por auto) podría utilizar para bailar, cantar o estirar las piernas.

A las 19:30 horas, ambientados por la incertidumbre de la gente, el sonido de las bolsas de plástico que protegían los alimentos en venta y los spray sanitizadores, la banda mexicana de rockabilly, los Rebel Cats, salieron para dar inicio a la velada musical.

Con añoranza y nostalgia iniciaron su set, que incluyó temas como “Mala influencia”, “Ese diablito”, “Anclado a ti” e, incluso, una versión en su estilo de “La dosis perfecta”, de Panteón Rococó, que ayudó a sacudir las dudas de cada uno de los asistentes.

Vince Monster, vocalista de la agrupación, exhortó a todos a hacerse presentes con gritos, palmas y, lo que se convertirá en el nuevo estandarte de la industria de los conciertos presenciales, el claxon. Miles de automóviles gritaron a través del instrumento sonoro.



Después de que los Rebel Cats abandonaran el escenario, se presentó un espectáculo con precisión mecánica para cambiar y preparar todo el backline de la siguiente banda: Los Claxons.

Cada staff, cada roadie y cada técnico debidamente protegidos se hacían paso en el escenario para sanitizar y asegurar el espacio.

En este tiempo el público aprovechó para entrar a sus autos, colocados en hileras de 20, a descansar, sacarse fotos y utilizar los baños que, a diferencia de eventos pre-covid, se encontraban en un lugar acondicionado para su uso. 

Separación entre cada cabina, estaciones de sanitización, lavabos limpios, sin duda una grata sorpresa para los asistentes más asiduos, que estaban acostumbrados a dinámicas distintas en los eventos presenciales del autódromo.

Con la llegada de Los Claxons, poco a poco, más y más público fue saliendo de sus autos, palmeando la herramienta eléctrica homónima de la banda y subiéndose a las llantas y techos de sus vehículos para demostrar su alegría por compartir esta experiencia con sus ídolos.



Un nostálgico Mauricio Sánchez, así como los Rebel Cats y, más adelante, Francisco Familiar de DLD, agradeció a los fans por hacer el esfuerzo de regresar a los escenarios, así como a todos los usuarios que se encontraban siguiendo el streaming desde sus hogares, y agregó que esta se convertiría en una de las noches más importantes de su carrera musical, la noche en que volvieron a los escenarios.

Con una presentación de poco más de una hora, Los Claxons ofrecieron un viaje musical a través de su repertorio con la presentación de temas como "Estoy en el aire" , “Flores en febrero”, “Personajes” y uno de sus más grandes éxitos, “Me voy a tomar la noche”, con el que los asistentes corrían a ofrecer una retroalimentación auditiva desde el vientre de sus autos, ansiosos por hacerse presentes y formar parte de este evento histórico.

Finalmente llegó el turno de la banda estelar de la noche, el grupo mexiquense DLD irrumpió la tranquilidad del momento con un setlist preparado para hacer estallar el Autódromo Hermanos Rodriguez, como en sus mejores días.



Francisco Familiar tomó la batuta y, agradeciendo entre cada canción, tomó de las manos a los asistentes que para entonces ya habían olvidado cualquier otro contexto y, dentro de los espacios delimitados por los organizadores, saltaban, gritaban y cantaban cada tema que tocaba la banda de rock.

Como las dos bandas anteriores, DLD se tomó un momento dentro de su presentación para concientizar al público y exigirle el uso constante del cubrebocas, aún estando en su zona. Petición que también era recordada constantemente por los miembros del staff del evento y por los miles de carteles informativos a lo largo de todo el recinto.

Con “Todo cuenta” la banda finalizó su presentación, en la que también incluyeron algunas canciones de su último álbum de estudio “Transcender” como “Química y Física” o “Subcelestial” y otras de sus éxitos más clásicos como “Arsénico”, “Las cruzadas” o “Viernes”.

Con la porra a lo que era su viejo nombre (y lo que significan las siglas actualmente), el público ovacionó a los músicos con el reconocible “¡Oe Oe Oe Oe Dildo, Dildo!”, quienes se despidieron agradeciendo a los asistentes.

Con un orden que cualquier avenida de Ciudad de México envidiaría, cada vehículo fue tomando su lugar en las filas que, a partir de dos carriles improvisados por los miembros del staff, guiaron a todos hasta la avenida Añil para darle fin a la noche de música en el autódromo.


CLAVES

En entrevistas previas, los participantes argumentaron que bajo este contexto ya no es necesaria la distinción por géneros en los eventos musicales. La necesidad de volver es mucho más fuerte que la segregación intelectual que ha divido a los músicos internacionales por audiencias objetivo.

El concierto formó parte de las actividades que buscan regresar la actividad en la industria del entretenimiento en formato presencial y, así, reactivar la solvencia económica de millones de trabajadores, técnicos, productores y artistas.

Este concierto ofreció la posibilidad de disfrutar de la música de dos maneras, con precios que iniciaban en $230.00 para streaming y llegaron a $2,500.00 de manera presencial en y dependiendo del tipo de auto con el que se ingresara.


  • Alejandro Membrillo Garrido
  • gamembrillo@gmail.com
  • Nacido en Cuernavaca, Morelos, se graduó como comunicólogo por parte de la Universidad Intercontinental en Ciudad de México. Además, ha desarrollado estudios en dirección de arte, fotografía digital, edición audiovisual, gestión cultural y doblaje. Por fuera del periodismo es músico, compositor y actor de teatro musical.

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