La música es un gran paliativo en las carencias, dificultades y dolores: Armando Manzanero

Entrevista

El líder de los compositores, quien los miércoles mantiene la junta de consejo de la SACM, comparte que la cocina, la organización de su catálogo y convivir más con su familia son sus actividades durante la pandemia.

Afirma que esta es la época donde más se ha gozado de las plataformas cibernéticas. (Especial)
Ciudad de México /

Apenas unos minutos después de comer en compañía de su familia, Armando Manzanero atiende la entrevista de M2. Desde su casa comparte cómo lleva la vida por la pandemia del covid-19 y, aunque su habitual rutina ha cambiado, destaca que su labor en favor de su gremio no cesa, pues como todos los miércoles “este mediodía tuvimos la junta de consejo, el licenciado Cantoral (Roberto) y yo siempre estamos en comunicación y nos reunimos (ahora virtualmente) para seguir protegiendo los derechos de los compositores”.

¿Le ha sido difícil acostumbrarse al encierro?

Muy difícil, sobre todo porque soy una persona que desde niño ha tenido que salir a trabajar, entonces esta situación sí se hace complicada porque es un encierro de verdad, además hay que colaborar con las autoridades, pero sobre todo con otras personas, porque si uno llega a tener un problema es porque no se cuidó.

¿De qué forma ha cambiado su rutina?

Bueno, en verdad hago muchas cosas que antes no podía hacer, una de ellas es cocinar; un día lo hago yo, otro día lo hace mi señora, otro, una de mis hijas y luego, uno de mis hijos. También me estoy acostumbrando a descansar, cosa que no sabía hacer. Meditar, todo lo que estoy viviendo y no me había tocado en todos los años que tengo, y que es tan drástico y terrible todo lo que está sucediendo en este mundo.

¿En ese descanso vienen pasajes de su vida, lo que ha disfrutado y lo que no?

Por supuesto que sí. Para mí es muy difícil porque tengo ochenta y tantos años y tengo memoria desde los cinco. Se me hace difícil ver en realidad cuántas vidas he tenido, cómo las he vivido, los lugares que he tenido la oportunidad de conocer, la gente, la que ya se fue, cómo ha cambiado la situación del mundo, la manera de sentir.

“Hace rato me decían mis hijos, con los que estaba comiendo, ‘¿Oye y alguna vez, cuando estabas cantando, no te aventaban un brasiere o algo?’. Y yo les respondí: ‘Es que la época mía era otra cosa, había un poquito más de recato, de respeto hacia la persona. Era de verdad algo muy diferente’”.

Dice que se ha acercado a la cocina, ¿qué ha preparado?

Cocino diferentes cosas, pero ahora voy a preparar unos garbanzos con pimientos rojos y con chorizo; además le voy a agregar un poquito de costilla de cerdo, otro poquito de picante, desde luego, acompañado por un vino. Te puedo decir que es un guisado que me enseñó una gran amiga mía cubana.

¿En estos momentos se ha dado tiempo para escribir, para componer?

No, porque estoy dedicado a hacer otras cosas: aparte de la cocinada, a poner en orden mis cosas, mi catálogo. Estar atento para no dejar que se quede por ahí una canción suelta, y luego que me piden una que otra colaboración para un mensaje, o algún otro para el gobierno, para el turismo. Acabo de mandar uno para Perú. O sea, hay demasiadas cosas por hacer, no se la pasa uno sin tener que hacer.

 ¿Ahora tiene más tiempo para la familia?

Sí, los veo mucho más seguido, porque ese gran detalle no lo descuido, de ninguna manera. Yo estoy con mis hijos, con mis hijas, con mis nietos, con mi mujer, y siempre me ha alcanzado el tiempo. Puedo presumir que soy una persona muy organizada que tiene tiempo para todo.

La música ha ayudado mucho en esta situación que estamos viviendo…

Sí. Creo que es la época donde más se ha gozado de las plataformas cibernéticas, han sido un gran consuelo; Andrea Bocelli dio un gran concierto desde la catedral italiana y grandes artistas se han reunido para dar un mensaje de esperanza.

La música siempre ha sido un verdadero alivio…

Sí. Para todo lo que tenga que ver con dificultades, con dolores, con carencias, la música es un gran paliativo. En los años que tengo he visto pasar muchos artistas, grandes cantantes, grandes compositores, canciones, pero al final de cuentas solo se queda la canción y la música que está escrita para toda la vida. No se olvida ese momento en que se oye a través de los años el tema de una película, que fue Casablanca, hecha en los años 40 y hoy todavía sigue siendo un referente.

Aunque hoy, como siempre, también hay canciones que son momentáneas, que ganan mucho dinero, que tienen un éxito arrollador, pero que así como llegan, se van...

En cambio lo bueno, lo bien hecho, se queda para toda la vida. No olvido ese momento en que “El reloj” de Roberto Cantoral fue cantado y hoy, después de tantas décadas, aún sigue sonando. Hace rato escuchaba a Pedro Infante con el tema “Cien años” de Rubén Fuentes y Alberto Cervantes, y ahí tenemos otro gran ejemplo de la música que trasciende las épocas y los años.

  • Adriana Jiménez Rivera
  • jiramil@hotmail.com
  • Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectivo, egresada de la Escuela Nacional de Estudios Profesionales, ENEP Aragón, de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con más de 32 años de experiencia en el periodismo escrito, en los diarios El Esto y La Afición, y las revistas Tele Guía y Oye mi canto; y desde 2000 en MILENIO DIARIO como reportera, y Coeditora desde 2009 a la fecha.

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