Para el rector de la Universidad de Guanajuato correr es una pasión. La peor parte de la carrera de la vida ha sido perder seres queridos y la más emocionante dirigir los destinos de la institución académica, en la que ya fue reelecto para un segundo periodo. En Guanajuato, dice, la vida vale mucho y de Sancho Panza hay que aprender que se debe vivir la vida con menos preocupaciones.
Sabemos que le gusta el atletismo y corre maratones.
Sí, practico deporte.
¿Desde qué edad?
Tengo 25 años practicándolo. Son tres o cuatro medios maratones al año y un maratón: vamos por el 12. El día 22 de septiembre se celebra el Maratón Independencia y participaremos de nueva cuenta en esa competencia.
¿Cuál es la carrera más difícil que le ha tocado en la vida?
La pérdida de personas queridas.
¿Y la más emocionante?
Transitar por la Universidad de Guanajuato y poner un granito de arena para mejorarla.
Si no hubiera sido abogado, ¿qué le hubiera gustado ser?
Me hubiera gustado estudiar letras o periodismo (risas).
¿Qué soñaba de niño?
Soy el menor de mi familia y soñaba en que mis padres y mis hermanos vivieran mejor; también en algo que no pude ser: futbolista; a los 17 años entendí que el talento sí existe y cuando uno no lo tiene no hay poder humano, no se puede... soy mal futbolista, por lo cual me quedé solamente en el rango de aficionado. A propósito del León, aprendí que no se puede, que no basta echarle ganas. Entonces mejor me metí a correr y corriendo por lo menos no afecto a otras personas, a otros 10 de un equipo. Soy yo solo, y como me vaya solo soy yo nada más.
Porque vida solo hay una...
¡Exactamente!
¿Música?
Me gusta de todo. En la música clásica, Vivaldi es mi preferido; por supuesto, me gustan Beethoven, Wagner... La música clásica me ha gustado más en estos últimos años porque tengo un gran maestro, Roberto Beltrán-Zavala, director de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato. Este hombre hace que uno se emocione y nos guste más la música clásica.
Así que le gusta Vivaldi. ¿En cuál de Las cuatro estaciones está la vida de Luis Felipe?
En todas, hay que disfrutar.
De repente está en otoño, de repente está en invierno.
Hay que disfrutar a plenitud cada estación y entender cuál es el momento de uno en cada una.
¿Libros?
Me gusta la literatura, me encanta. A ver, me gusta la literatura latinoamericana, García Márquez; me gusta la literatura Mexicana, Octavio Paz nos lego ensayos extraordinarios; me gusta la literatura universal, Milan Kundera es de mis preferidos, su obra La insoportable levedad del ser es tan extendida que ya después de esa, las demás del autor no me gustan tanto, pero me encanta Milan Kundera y no tendría un escritor o una obra predilecta, pero me encanta la literatura, me encanta leer. Tuve la oportunidad hace poco de escribir, junto con un colega y amigo Benjamín Valdivia, un libro que se llama La ley y las palabras, que es aproximaciones entre el derecho y la literatura y cómo aproximar la parte jurídica en algunas obras literarias como El mercader de Venecia, El padrino... En fin, en el propio Quijote, Sancho Gobernador, bajo cuáles parámetros resolvía casos. De todo eso, entonces, escribimos algo.
El Quijote que además es figura clásica.
Por su puesto, escribimos algo y al final, cuando hacemos un balance de la literatura latinoamericana, llegamos a una conclusión interesante. Por ejemplo, en América Latina vemos quiénes han obteniendo el Premio Nobel: tenemos a Octavio Paz, Vargas Llosa y García Márquez, y vemos cómo ellos eran abogados de origen o desertores de leyes, entonces creo que el Derecho y la literatura se hermanan de manera importante.
García Márquez era además periodista.
Pero también abogado, de origen era abogado; también Vargas Llosa, entonces digamos qué hay una triple vinculación ahí entre el Derecho, el periodismo y la literatura.
Que lo engrasan muy bien en sus gustos.
¡Por supuesto!
¿Qué le aprendimos a Sancho Panza?, porque es muy fácil decir qué le aprendimos al Quijote.
Creo que hay que aprender mucho de Sancho en cuanto a disfrutar más la vida y no querer siempre ser el protagonista de la historia, porque siempre queremos ser el protagonista y a lo mejor también se disfruta no serlo. Creo que Sancho disfrutó y no necesariamente siendo el protagonista, creo que esa parte la tenemos también que aprender a vivir.
¿En Guanajuato la vida no vale nada?
En Guanajuato la vida vale mucho, y sobre todo vale la pena vivirla.