Los migrantes que en su mayoría provienen de Centroamérica, en su paso por las rutas de Puebla y Tlaxcala, son víctimas de maltratos, cobros indebidos, abusos y burlas, tanto por elementos del Instituto Nacional de Migración (INM), policías, elementos de la Guardia Nacional (GN) y hasta por la sociedad civil.
De acuerdo con el informe “Vidas en contención: privación de la libertad y violaciones a derechos humanos en estaciones migratorias de Puebla y Tlaxcala, 2020-2021”, elaborado por investigadores de la Universidad Iberoamericana Puebla, ante los abusos, los transmigrantes son extorsionados a lo largo de su trayecto y en medio de las dificultades, viven momentos en los que piensan en el suicidio.
A los llamados indocumentados que buscan cumplir el llamado sueño americano son víctimas de abusos al adquirir diferentes productos o solicitar servicios. En las estaciones del Instituto Nacional de Migración, a los migrantes se les llegan a cobrar hasta 200 pesos por un kit de limpieza, 500 pesos por un kilo de carne, 500 pesos por un jabón chico y hasta 40 pesos por una pastilla.
Los investigadores de la Ibero Puebla detectaron que aquellos migrantes que viajan de manera irregular y que son detenidos, si pagan entre 600 y mil dólares, pueden salir en unas cuentas horas y continuar con su trayecto.
A pesar de que el artículo 107 de la Ley de Migración, establece que las Estaciones Migratorias son espacios donde se debe garantizar el respeto a los derechos humanos y para ello deben prestar servicios de asistencia médica, psicológica y jurídica y proveer alimentos tres veces al día, en la realidad, se comenten diferentes abusos.
“A través de las entrevistas y la observación, es evidente la falta de acceso a servicios de salud adecuados, incluso para aquellas personas que lo solicitaban o que era evidente que lo requerían. La insalubridad, que ya se ha descrito, junto a la pandemia por covid-19 agravan aún más la situación y los posibles riesgos en la salud para las personas detenida”, añade el estudio.
El estudio de la institución de educación superior que forma parte del Sistema Universitario Jesuita detectó la falta de acceso a la salud psicológica y los migrantes mencionan que se quedan sin recibir algún servicio durante su alojamiento en las Estaciones Migratorias. Derivado de las condiciones que se viven, se documentaron los casos de personas que expresaron que, en algún momento, le llegó la idea de querer quitarse la vida o que si se morían nada iba a suceder.
Como parte de la investigación, el estudio de la Ibero Puebla resalta que, más allá de los números oficiales y eufemismos del gobierno mexicano, durante la pandemia se detectaron casos de “vulnerabilidad migratoria extrema”, es decir, de personas, sobre todo menores de edad y mujeres que son víctimas de abusos.
Se detectaron casos de menores que llevaban más de dos semanas sin bañarse ante los espacios improvisados en los que se encuentran detenidos; además, se acumula la basura y las personas duermen amontonadas sobre colchonetas y sábanas sucias.
AFM