A lo largo de su historia la Comarca Lagunera ha atravesado por numerosas crisis colectivas que forjaron su identidad y que hoy, ante la propagación de una pandemia por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que provoca la enfermedad covid-19 que la pone en jaque como todo el país, merecen ser recordadas.
Entre los 'viacrucis' que la sociedad ha enfrentado están emergencias sanitarias que cobraron miles de muertos, sequías por la ausencia de lluvias para sus actividades agrícolas, inundaciones por el desbordamiento de su río y la disputa de grupos delincuenciales que dejaron cientos de muertos y desaparecidos.
La ciudad de Torreón es un referente obligado para hablar de pandemias si se toma en cuenta que en 1918 fue el epicentro en México de la propagación de la influenza española, la cual nada más en un mes dejó al menos un millar de muertos.
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“Hay registros de que la pandemia dejó 50 millones de muertes en todo el mundo. Torreón en ese momento era el centro ferroviario más importante del noreste de México y si las personas pasaban por aquí traían el virus”, explica el director del Archivo Municipal “Eduardo Guerra”, Carlos Castañón Cuadros.
Sin embargo, refiere que los pobladores de este territorio lidiaron en 1894 y 1904 con la propagación de otras enfermedades como la varicela que también dejó muchos decesos. Otros malestares como la poliomielitis golpearon a la sociedad en la década de los cuarenta y de igual forma hubo pérdidas humanas.
En 2009 como parte de la epidemia de la influenza AH1N1 ocurrieron brotes de la enfermedad y un aislamiento temporal de actividades sociales, aunque no del mismo impacto al que se vive debido a la propagación del covid-19 y en que Torreón acaparó los reflectores nacionales porque fue una de las ciudades donde comenzaron aparecer contagios el pasado 29 de febrero.
“La historia nos da una perspectiva que en términos de crisis hemos vivido otras peores y la influenza fue una cosa espantosa. Con todo y la crisis operativa que tiene una institución como el IMSS la tenemos, antes no y por eso la gente se moría en decenas”, agrega Castañón Cuadros.
DE LA SEQUÍA AL DESBORDAMIENTO DEL NAZAS
En la década de los cincuenta y con la presa lagunera Lázaro Cárdenas del Río en sus primeros años de operación, la región vivió una de sus sequías más marcadas en que mediante ceremonias religiosas y análisis de alternativas científicas la comunidad intentó romper esa racha sin éxito.
Pero casi una década después vino una situación opuesta que puso en jaque a la sociedad por la abundancia de agua y que empujó una de las primeras avenidas controladas del Río Nazas.
“La crisis más conocida de abundancia de agua en La Laguna es la de 1968 donde un gran número se vio amenazado por la amenaza de inundación de las ciudades y hubo mucha gente que incluso se fue a los cerros como una medida de protección”, expone el historiador Carlos Castañón.
Los registros hemerográficos de La Opinión dan cuenta de los dichos de Castañón Cuadros y precisan que caudal del río en ese entonces fue de mil metros cúbicos por segundo.
En sus portadas del 14 al 20 de septiembre de 1968 el diario documentó la evacuación de las colonias Moderna, Esparza, Nazario S. Ortiz Garza, Felipe Ángeles, Eugenio Aguirre Benavides, Francisco Villa, Cuauhtémoc y Ampliación Los Ángeles. También hechos similares en las comunidades rurales de San Pedro de las Colonias y Francisco I. Madero que fueron más afectadas.
La tendencia de sequías y abundancia de lluvias se repitió con el paso de los años, pues durante el 2012 la Comarca Lagunera vivió otro de sus momentos de mayor crisis en cuanto a la falta de precipitaciones.
El escenario en varios municipios de la región como San Juan de Guadalupe en Durango y Viesca en Coahuila era impactante: esqueletos de ganado y un panorama árido en zonas donde por lo regular corría el agua.
El contraste de la situación se tuvo pocos años después cuando las precipitaciones causaron estragos en diferentes municipios de la región e inclusos dos avenidas extraordinarias del Río Nazas entre 2016 y 2017.
LA INSEGURIDAD
La violencia desatada por la denominada Guerra contra el Narcotráfico tuvo durante el sexenio presidencial de Felipe Calderón.
Desde el 2007 los asesinatos, 'levantones' y desapariciones comenzaron a cobrar relevancia en los municipios de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo. Los hechos fueron documentados por La Opinión y Milenio.
Las balaceras tomaron cada vez más protagonismo en la vida cotidiana de la región, pero hay hechos en particular que marcaron la memoria de los laguneros: tres fueron ataques de grupos armados contra establecimientos nocturnos o quintas que dejaron decenas de muertos durante el 2010.
La madrugada del 31 de enero quedó registrado como el momento en que vida nocturna entraría en un letargo de más de tres años. Ese día un grupo armado abrió fuego contra los clientes que estaban en el interior del Bar “Ferrie” y el saldo fue de 10 de muertos y 15 personas lesionadas.
El 15 mayo de ese año fue blanco de otro ataque “Las Juanas”, donde ocho personas perdieron la vida y 16 más quedaron lesionadas. Un escenario similar ocurrió el 18 de junio cuando 17 personas fueron asesinadas en la Quinta Italia Inn. Desde entonces la vida nocturna en la ciudad entró en un letargo de casi cuatro años por la inseguridad.
Otro de los hechos que marcaron la historia de la época de mayor violencia fue una balacera ocurrida al exterior del Territorio Santos Modelo, lo cual provocó que el partido de Santos contra Morelia del 20 de agosto del 2010 se detuviera e incluso los aficionados reaccionaron con pánico e intentaron buscar refugio por las detonaciones que se escucharon en las mediaciones del estadio.
La crisis de inseguridad arrojó el surgimiento de colectivos y grupos que luchan por los derechos de las personas afectadas con esa guerra contra el narco, entre ellos Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila (FUUNDEC) y el Grupo de Víctimas por Nuestros Desaparecidos en Acción (VIDA). Hasta hoy esas organizaciones pugnan por encontrar a las personas arrebatadas de sus seres queridos.
EGO