Activistas pro migrantes ven venir un “tsunami” con la llegada al poder de Donald Trump y demandan seguridad para connacionales y extranjeros que serán deportados, pero también para ellos, pues han enfrentado situaciones de riesgo en su labor.
Glady Cañas Aguilar, presidenta de la Fundación “Ayudándoles a Triunfar” en Matamoros, Tamaulipas, señaló que los grupos criminales buscarán la forma de sacar provecho de la expulsión masiva de indocumentados, por lo que deben ser protegidos.
“Vemos que los tres órdenes de gobierno están tratando de implementar un plan de contingencia para poder atender toda esta migración que llegará, es un tsunami que se nos viene y la delincuencia querrá sacar provecho; yo espero, y lo planteamos en una reunión, el tema de seguridad no solamente para ellos (los migrantes), también para nosotros los activistas”.
- Te recomendamos Endurecen cruce legal a EU desde Tamaulipas; connacionales reportan hasta 3 horas de espera Estados

Sostuvo que el año pasado aumentó 50% el número de migrantes secuestrados, y debido a ello, algunos perdieron sus citas en la aplicación CBP One y se les cerraron las puertas, pero gracias a gestiones de organizaciones civiles de Estados Unidos, en sinergia con la Fundación, finalmente varias se lograron reagendar.
“Aparte de una travesía difícil, teniendo que sortear cualquier situación que se les presentara en el camino, extorsiones, y lidiar con autoridades, casi llegando a su destino son secuestrados y tienen que pagar grandes cantidades de dinero para ser liberados, y el tiro de gracia es que pierden su cita después de haberla esperado por 8 a 9 meses”.
Los indocumentados, dijo la activista, no pueden vivir a salto de mata pensando que en cualquier momento los van a deportar, después de que ellos salieron de su país principalmente por la violencia, “aunque el gobierno dice que es por la pobreza, pero lo ve desde el escritorio y a nosotros nos lo dicen cara a cara, vemos su angustia y sus lágrimas”.
Cañas Aguilar celebra que la Marina Armada de México se va a encargar de vigilar los albergues de migrantes devueltos por el gobierno de Estados Unidos, y les pide confiar en esa fuerza federal, que considera la mejor opción para esa labor, pero también solicita otras medidas de protección.
“Las personas que vienen de los centros de detención en Estados Unidos, traen el uniforme de la cárcel, vienen estereotipados como migrantes y son fácilmente visibles para los ojos de cualquier persona que quiera lucrar o cometer alguna acción indebida con ellos, eso los hace muy vulnerables. También nos preocupa que no traen ropa adecuada para soportar las bajas temperaturas”.
El organismo a su cargo lleva 13 años apoyando a grupos vulnerables en la frontera de Matamoros y especialmente a personas en tránsito hacia el vecino país; en su labor, la activista ha recibido hasta amenazas que la han llevado a cerrar oficinas temporalmente.
El pasado viernes, ella asistió a una reunión convocada por la Cruz Roja con la participación de asociaciones civiles, autoridades locales y organismos internacionales, donde se informó que ahora se tienen más albergues que en 2018.
“Está la Casa del Migrante San Francisco de Asís, el albergue de Nuestra Señora de San Juan y el del hospital Pumarejo, así como el Centro de Bienestar, con una capacidad conjunta para recibir a más de 2 mil personas, pero con la deportación masiva se abrirá también el antiguo estadio de béisbol, que tiene cupo para 3 mil. Se acordó que el ingreso será por grupos de 200 personas para una mejor coordinación”.
Sobre la temida desaparición de la aplicación CBP One, por medio de la cual Glady Cañas calcula que llegaron a ingresar a Estados Unidos 1,450 personas por día a través de la frontera tamaulipeca, destacó que hay angustia entre los migrantes que estaban agendados para finales de enero y el mes de febrero.
“Tan solo por Matamoros ingresaban unas 450, pero ahora vamos a tener políticas migratorias más estrictas y estamos preocupados, porque no sabemos si se van a respetar las citas para tramitar asilo político programadas”.
Mientras tanto, la asociación civil reforzó su campaña “Arropa un migrante”, para distribuir cobijas, chamarras y suéteres ante la llegada del frío ártico al territorio estatal.
- Te recomendamos Rescatan a niño víctima de violencia de su papá en Reynosa Estados
SJHN