Tras la tragedia que dejó más de 3 mil 200 familias damnificadas en Guerreo, ante el paso de la tormenta tropical Max, entre los habitantes de Técpan de Galeana, el municipio más golpeado, prevalece la solidaridad.
En pleno centro de esa localidad costera, a las familias las sorprendió el desbordamiento del río que lleva el mismo nombre del municipio y en instantes muchos lo perdieron todo.
De acuerdo con Roberto Arroyo Matuz, el titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgo y Protección Civil, se registró una precipitación pluvial estimada en más de 300 litros de agua por metro cuadrado, por lo que el gobierno federal determinó la declaratoria de emergencia para Coyuca de Benítez, Benito Juárez, Técpan de Galeana y Petatlán.
Blas Moreno Galeana es pescador y sembrador de árboles frutales, vive en San Luis La Loma, y relató a MILENIO que cuando empezaron las torrenciales lluvias alcanzó a sacar a su familia y se la llevó a San Jerónimo, pero cuando regresó a su casa ya no encontró nada.
“Por querer recuperar lo que había en mi casa, yo regresé a mi domicilio y la lluvia me lo impidió porque se cayó un puente y ya no pude regresar.
“Me dijeron que la tormenta me tumbó las puertas de la casa y todo lo que yo tenía, claro soy muy pobre, y no sé si fue la corriente de la lluvia o fue saqueada mi casa”, contó.
Mientras que el pescador y peón de albañil, Antonio Inés Martínez, habitante de la comunidad El Suchil, relató que alcanzó a sacar a su familia cuando ya tenía el agua encima.
Sus escasas pertenencias son ropa de sus dos pequeños hijos y la ropa que le han regalado, ahora solo espera que las autoridades le ayuden a reconstruir su casa.
“Mi casa se la llevó el agua, perdí todas mis cosas, yo pude sacar mis cosas y a mi familia porque ya estaba por subir la lluvia y lo que yo quería era salvar a mi familia y la saqué gracias a Dios”, expresó.
En las calles Apolonio Castillo, ubicadas muy cerca del río, hasta un tabledance sirvió de refugio para algunas personas después de que las corrientes del cauce alcanzaron sus casas.
En la calle Zacazonapan, de la Colonia Centro, se observó ayer una larga fila de cubetas de los habitantes esperando turno para poder llenarlas de agua potable.
En las calles se pueden observar todavía colchones, salas completas, enseres domésticos, estufas, lavadoras, anafres, ropa de vestir, pantalla, equipo de cómputo, bocinas entre otros artículos de las casa, todos cubiertos por el lodo.
En la calle Apolonio Castillo, un total de 113 familias resultaron damnificadas y 10 casas fueron señaladas como pérdida total pues el agua subió arriba de los dos metros.
“Los militares desalojaron todo lo que tenía la señora adentro de su casa que estaba a punto de caer.
“Ahorita vamos con seis familias a desalojarlas porque están en pérdida total y a rescatar lo poco que les quedó”, dijo Heidi Alonso Arroyo delegada de la colonia Centro.
“Aquí vivía doña Cristal, una señora que afortunadamente o por obra de Dios, no estaba en este tipo de catástrofe, ella se encontraba en otro lugar”, contó frente al río de Técpan.
Enrique, un comerciante de la zona quien estaba parado frente al río, dijo que la corriente se lo llevó todo.
“Un día nos quedamos en un lado y otro día en otro y así andamos”, comentó con desaliento.
EHR