Sobre el muro fronterizo, en la inmediaciones del aeropuerto de Tijuana, se colocó por vigésimo año un altar para recordar a los migrantes que murieron, fueron asesinados o secuestrados en su intento por cruzar de manera irregular a Estados Unidos.
Esmeralda Siu, integrante de la Coalición Pro Defensa del Migrante, informó cuál fue la razón para colocar la ofrenda de este año, al señalar que buscan que las autoridades refuercen la seguridad en zonas de alto cruce, y así evitar esos delitos, principalmente el que el crimen lo “aseche”.
En la actualidad las personas en contexto de movilidad “son enganchadas (por los traficantes) y les hablan de cruces cortos, rápidos, económicos y realmente se los llevan a casas de seguridad y no salen hasta que la familia pague, lo que antes no sucedía”, lamentó.
Ante esa situación, urgió a las autoridades de los tres niveles de gobierno a instalar un sistema de monitoreo en las zonas donde ocurre y que ya son conocidas.
“Se pusieran por ejemplo en todas las áreas donde hay movilidad de personas, debería de haber cámaras y debería de haber puntos de la policía, puntos no tanto protegiendo a las personas sino como una especie de inhibir el delito y que si hay algo pueda activarse inmediatamente”, declaró la activista Siu.
A eso, dijo, se suma que los migrantes temen denunciar por agresión a otros familiares, aunque tiene evidencias, pues cuentan con toda su información.
Desde el poblado La Rumorosa, Tecate, hasta la zona fronteriza de Playas de Tijuana, suman 30 migrantes fallecidos en su intento de cruce por zonas inhóspitas, de los que 18 fueron asesinados en los últimos tres meses.
ST