Los hondureños Zaira y René se unieron en matrimonio a un costado del campamento instalado desde febrero pasado en la explanada de El Chaparral. Fue el sacerdote argentino Fabián Arias quien los unió por la ley de Dios en el cruce fronterizo peatonal a San Diego, California, Estados Unidos.
Arias oficia misa en la iglesia de Sión ubicada en Manhattan, New York, pero como lo hace desde hace 5 años, decidió viajar a esa zona fronteriza para ayudar a los centroamericanos varados por la cancelación de trámites para solicitud de asilo.
“Como sacerdote ordenado y llamado de la iglesia de Jesús, los invito a ustedes a que, tomándose sus manos, frente a frente y mirándose a los ojos, vinculen sus promesas de amor”, llamó a los contrayentes.
La pareja más joven que se unió en matrimonio fueron los hondureños Deili Rivera e Iván Inestrosa. “Él me dijo que nos casáramos”, expresó ella entre risas.
Esperan que haberlo hecho en México les sirva como prueba en una corte en Estados Unidos.
“Primero Dios así sea, sino igual, todo lo hacemos por amor”, relató Deli.
“Hemos bendecido parejas que tenían 19 años de estar juntos y con tres, cuatro hijos”, recordó el padre Arias.
Una vez casados, les entregó un certificado de matrimonio documento que estarán en los archivos de la iglesia en Nueva York.
“Quedando registrado en la ciudad de Nueva York, en la parroquia de San Peter”, sostuvo.
De esa manera cuando una autoridad los cite, podrán demostrar que son una familia y que no mienten.
“Cuándo migración les pida y comprobar que realmente son familia”, expuso.
Hubo niños a los que también bautizó para dejar constancia de que son hijos de las parejas y así, no sean separados, como ocurrió durante la administración del ex presidente estadunidense Donald Trump.
Esas familias huyen de la violencia que hay en sus países, aunque también en la ceremonia se encontraban algunos mexicanos de Guerrero, Michoacán y Veracruz, desplazados por el narcotráfico.
dmr