Althorp House tiene una historia de más de 500 años. La propiedad es de la familia Spencer desde 1508, una época en que el pastoreo y comercio de lana la hizo una de las más ricas de Inglaterra.
El título aristocrático que detentan les fue otorgado cuando uno de ellos, Robert Spencer (1570-16279, efectivamente se convirtió en el hombre más rico del reino y James I astutamente lo nombró barón para contar con su apoyo.
- Te recomendamos Carlos III celebra a Ana, su hermana favorita Estilo
A John (1734-1783), uno de sus descendientes, le fue otorgado el título de conde y desde entonces ha habido nueve. Charles, el hermano menor de la princesa Diana y noveno conde de Spencer, es, por tanto, el actual propietario de Althorp House. Aunque al respecto él dice que más bien es el cuidador del legado, “un eslabón de una larga cadena” de más de 500 años en Reino Unido.
Así puede conocerse la propiedad
Acorde a esta idea, Charles Spencer también dice que ha tratado de darle corazón y enfoque a esta propiedad que lleva 31 años administrando, en concreto desde que murió su padre, el anterior conde, en 1992.
La casa estaba abierta al público desde antes, sin embargo, Charles, quien es historiador y escritor, dice que busca acercarla a personas que quizá nunca viajen a Reino Unido y para ello abrió una página web en la que publica videos para contar la historia y novedades de la propiedad, como el hallazgo de restos y objetos de una villa romana que datan del año 43 de nuestra era.
En verano hay visitas a la finca, ubicada en Northamptonshire, a hora y media de Londres. Son de dos tipos, el acceso completo, que cuesta 60 libras esterlinas (unos 1,200 pesos mexicanos) e incluye la casa y los terrenos, y el acceso terrestre, que cuesta 20 libras esterlinas por adulto y 50 en paquete familiar y solo se accede a los terrenos, que son vastos y hermosos, no a la casa.
El acceso a la casa (que cuenta con 90 habitaciones) y otras construcciones implica conocer “una de las mejores colecciones privadas de muebles, pinturas y cerámicas de Europa”, prometen. Además, hay un café en el edificio Strables (construido en 1733) y una tienda de regalos.
Está prohibido tomar fotos dentro de la casa pero puede recorrerse y hay indicaciones para hacer la caminata en un solo sentido a través de ella, con paneles informativos y asistentes a lo largo de la ruta. En las áreas exteriores sí pueden hacerse fotos, pero están prohibidos los drones.
Está permitido llevar comida para hacer picnic mas no implementos para hacer carnes asadas o comidas por el estilo. El día de campo puede hacerse en el césped alrededor de la casa principal o en las mesas y sillas disponibles en el área destinada a ello.
Las visitas inician a las 11 de la mañana y la última entrada es a las 3:30 pues la propiedad se cierra a las 5 de la tarde.
La tumba de Diana
La mala noticia para los royal fans y admiradores de la princesa Diana es que, afortunadamente, no hay acceso a la isla donde reposan sus restos, ubicada en un lago artificial llamado Oval. Charles Spencer decidió esto a fin de que los hijos de ella y el rey Carlos III, los príncipes William y Harry, tuvieran privacidad. Los visitantes pueden ver el mausoleo desde la orilla del lago.
Aun así Charles, que ha mantenido una postura crítica y seria ante cualquier tema relacionado con su hermana, condescendió una vez y en 2013 se realizó la exposición Diana: A Celebration, con objetos personales de la princesa, incluido su vestido de novia.
En esa época, el vocero del conde dijo que se buscaba mostrar las obras caritativas y el glamour de Diana. La exhibición recaudó 1.2 millones de libras esterlinas que se usaron “para ayudar a personas desfavorecidas en todo el mundo”, se informó entonces.