El grupo de bebidas Edrington inauguró formalmente una destilería y centro de visitantes para su marca insignia de whisky escocés The Macallan, con la que seguramente sacará un mayor provecho al rápido crecimiento del mercado del whisky de malta (single malt).
Con un extenso techo recubierto de césped y paredes de cubierta de vidrio, el complejo de alta tecnología en Speyside, una de las regiones de destilación más famosas de Escocia, marca un cambio radical de la estética tradicional que aún domina la industria.
“Tenemos un proceso muy tradicional y queríamos respetar el pasado y el oficio tradicional, pero también queríamos tener la vista en el futuro”, dijo Curle en una entrevista con Financial Times.
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La nueva destilería, que comenzó sus operaciones en diciembre, fue diseñada por el arquitecto Rogers Stirk Harbour + Partners. Es parte de una inversión de 500 millones de libras por parte de Edrington en su marca The Macallan, que adquirió en 1999 como parte de Distilleries.
El centro de visitantes está integrado en la destilería. Scott McCroskie, el director general de The Macallan, dijo que los planes son que en el primer año entre 25,000 y 30,000 personas realicen el recorrido, el cual tiene un costo de 15 libras.
La apertura destaca el renovado optimismo sobre el futuro del whisky escocés después de registrar una caída en las exportaciones a principios de esta década: el valor de las ventas internacionales cayó desde su punto máximo de 4,270 millones de libras en 2012 a 3,860 millones de libras en 2015.
Pero en 2017, las exportaciones registraron un aumento de 9% para llegar a 4,360 millones de libras, la mayor cantidad en seis años, con la ayuda de la debilidad de la libra y la demanda de China y Rusia.
Curle dijo que la mayor parte del crecimiento de Edrington proviene de sus whiskies de malta, los cuales también incluyen Highland Park y Glenrothes.