Noche difícil para el equipo sensación del Guard1anes 2020. En menos de un cuarto de hora, Pumas ya perdía 3-0 en el Estadio Azteca y Cruz Azul sentenció el marcador en los instantes finales para un 4-0 que los tiene con un pie en la final del torneo.
Las sensaciones son más que obvias: hay tristeza por perder la semifinal de ida y, reconoce Andrés Lillini, fue un partido en el que se perdió lo que se consiguió en todas estas fechas desde que tomó el puesto.
“El ánimo de una derrota en una semifinal muy complicada, en los primeros 10 minutos perdimos todo lo que hicimos en 20 fechas. Una tristeza muy grande”, se lamentó el técnico universitario al término del partido.
Lejos de señalar a sus jugadores, el argentino dijo que él es el único que carga con la responsabilidad de la derrota, pues él es quien hace los ajustes y mantiene ese rol que lo ha caracterizado a lo largo del semestre: el de defender a los suyos y mantener las cuestiones de equipo dentro del vestuario.
“El primer responsable soy yo, en los momentos buenos soy yo y en los momentos malos soy yo el responsable, traté de ajustar pero no funcionó”, declaró luego del desafortunado encuentro al sur de la Ciudad de México.
Con prácticamente un pie fuera, no queda de otra más que trabajar y tratar de recuperarse de este déficit, sobre todo de la desventaja anímica que representa la goleada sufrida. La adversidad es evidente, pero es en estos momentos en los que no queda de otra más que darlo todo, en busca de un milagro.
“Tenemos que trabajar pura y exclusivamente en lo que es lo anímico. Tratar de elegir los que mejor están desde ese lado y plantearlo para salir a defender lo que es la institución”, dijo Lillini. “Me invade un sentimiento de tristeza. Me puedo doblar, pero no quebrar. Vamos a salir al frente en CU cueste lo que cueste”.
La vuelta se disputará este domingo a las 18:30 horas, en la cancha del Olímpico Universitario.
SFRM