Inteligencia australiana vigila a extremistas en las marchas antivacunas por redes sociales

El director general de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO), Mike Burgess, afirmó que los manifestantes en su mayoría no son extremistas ni violentos.

La mayor preocupación de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia es que las redes sociales dispersen el extremismo
Editorial Milenio
Sídney, Australia /

Los servicios de inteligencia de Australia vigilan la presencia de activistas de la extrema derecha en las marchas contra la obligatoriedad de las vacunas y las medidas contra la covid en el país, así como la incursión de espías extranjeros en plataformas de citas como Tinder.

El director general de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO), Mike Burgess, dijo que se trata de un "pequeño grupo de australianos enfadados y alienados", según su discurso dado en la noche del miércoles sobre el balance de las amenazas a la seguridad del país oceánico.

"La mayoría de los manifestantes no son extremistas violentos y la vasta mayoría de los manifestantes no son violentos", agregó Burgess en la sede de la ASIO en Camberra, que ha sido escenario esta semana de protestas inspiradas en los camioneros canadienses.

La prensa australiana identificó al ruso Simeon Boikov, llamado el "cosaco australiano" y quien dirige una organización que apoyó la invasión por parte de Moscú de Crimea en 2014, entre los radicales que participan en las protestas en Camberra contra la obligatoriedad de la vacuna.

El diario The Camberra Times publicó el miércoles que el legislador del Partido Unido Australiano, el conservador Craig Kelly, permitió la entrada a Boikov a la sede del Legislativo, algo que la laborista Kristina Keneally calificó en su cuenta Twitter de "extremadamente preocupante".

Asimismo, Burgess recalcó que la mayor preocupación de ASIO es el poder que tiene internet para incubar el extremismo, que ha encontrado un terreno fértil en el descontento de la población que cree que las medidas contra la covid-19 vulneran sus libertades personales.

"Ejemplos obvios son los incidentes violentos en las protestas relacionadas con la covid-19, alimentadas por agendas anti-vacunación, anti-confinamiento y anti-gobierno", precisó Burgess en alusión a las violentas protestas el año pasado en la ciudad de Melbourne.

La ASIO también ha notado un incremento de los ataques contra las clínicas de vacunación y agresiones contra los trabajadores sanitarios y considera que las tensiones y potenciales actos violentos persistirán en Australia, según la copia del discurso publicado en su portal.

Australia, que tiene al 95 por ciento de la población diana vacunada contra la covid-19 y acelera la inoculación de la tercera dosis de refuerzo, vive una crisis por la irrupción de la variante ómicron, que ha causado bajas entre los trabajadores esenciales.

Asimismo, Burgess reveló que la ASIO está vigilando intentos de acercamiento en plataformas de citas como Tinder, Bumble y Hinge, lugares virtuales en donde se ha notado una creciente infiltración de espías extranjeros, cuyas nacionalidades no mencionó.

"En los últimos dos años, miles de australianos que tienen acceso a información sensible han sido blanco de espías extranjeros que usan sus perfiles en las redes sociales. Estos espías son adeptos a usar internet en sus esfuerzos de reclutamiento".

RM

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