El científico mexicano Héctor Alejandro Cabrera Fuentes, sentenciado a cuatro años y un día de prisión por espiar a Estados Unidos en favor del gobierno ruso, fue liberado el viernes por autoridades del Buró Federal de Prisiones (BOP, por sus siglas en Inglés).
Los reportes del gobierno estadunidense señalan que Héctor Alejandro, quien es originario de Oaxaca y tiene 38 años, alcanzó un trato para reducir su sentencia original que fue dictada en junio del año pasado.
Desde febrero pasado MILENIO adelantó que Cabrera sería liberado y deportado el 16 de julio hacia nuestro país sin oportunidad de regresar hacia Estados Unidos.
Los informes señalan que el mexicano renunció a buscar cualquier forma de reparación y protección contra la expulsión, por lo que fue deportado de conformidad con la Sección 237 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad.
Al joven científico se le acusó de conspiración para actuar como agente extranjero sin notificar al gobierno de Estados Unidos en los primeros meses de 2020.
De acuerdo con la investigación de la Fiscalía de Estados Unidos, Cabrera relató que estaba casado y que tenía dos hijos; sin embargo, las versiones internas señalaban que había contraído matrimonio con una mujer en Rusia.
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Al poco tiempo la pareja se fue a vivir por un corto tiempo a Alemania y después viajaron a Singapur. Cuando intentaron regresar a Alemania funcionarios de aduanas rusos no les permitieron volver. Fue así que lo presionaron para trabajar encubiertos para el gobierno de Vladimir Putin.
¿Qué hizo Héctor Alejandro Cabrera Fuentes?
El encargo ruso fue que Cabrera espiara y tomara fotografías de un vehículo que pertenecía a un agente del gobierno estadunidense que radicaba en Miami, Florida; sin embargo, el agente se dio cuenta de las actividades del mexicano y dio aviso a las cuerpos de policía que detuvieron a Cabrera cuando éste estaba apunto de tomar un vuelo de regreso hacia la Ciudad de México.
Tras un juicio de casi dos años, el mexicano que actuó como espía ruso fue sentenciado a cuatro años de cárcel, y en ese momento Cabrera Fuentes indicó que: “Todos cometemos errores y este ha sido el más grande de mi vida (…) Estoy sumamente arrepentido de mis equivocaciones”.
Tras darse a conocer su regreso al país, los familiares y personas cercanas a Cabrera Fuentes externaron su preocupación por la seguridad del señalado como espía en su natal pueblo El Espinal, en Oaxaca.
MILENIO tuvo acceso a la familia del científico mexicano quienes pedían apoyo del gobierno federal para salvaguardar la integridad del espía mexicano.
Incluso en su momento, el alcalde de El Espiral, quien también es uno de los mejores amigos de Cabrera, dijo que la acusación del gobierno estadunidense caía en lo ridículo e infantil.
“Y de qué lo acusan y cómo lo acusan, pues de que él se metió a una privada y tomó una foto, o sea, es muy tonto, él es investigador”, dijo Hazael Toledo riendo, su mejor amigo y en ese entonces alcalde del Espinal.
“Si le dieron esa tarea, pues se pudo haber grabado la placa, hacerlo de otra forma, pero es muy infantil, es una conspiración científica, una persecución científica”.
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