Amenazas de muerte, violación e insultos; científicos revelan ataques por opinar ante covid-19

Una reciente encuesta y el relato de algunos expertos muestran el nivel de agresiones y consecuencias por rechazar a los antivacunas e incrédulos de la pandemia.

Los científicos han afirmado que el nivel de amenazas contra ellos es extremo tras expresarse ante el covid-19. | Archivo, Reuters
AFP
Francia /

Acoso por internet, amenazas de muerte e incluso intentos de asesinato, son algunas de las consecuencias que soportaron los científicos que han tenido presencia mediática por la pandemia del covid-19, donde muchas veces las situaciones se han puesto extremadamente violentas, según una encuesta publicada hoy por Nature.

Entre los expertos amenazados está el virólogo belga Marc van Ranst, quien decidió tomarse la tarde del 17 de mayo libre, lo que hizo que salvaría la vida.

Este científico era el objetivo de Jürgen Conings, un ex militar de extrema derecha buscado por la policía que logró huir y acabó suicidándose el 20 de junio con un arma de fuego. En su vehículo se encontraron cuatro lanzagranadas y municiones.

La investigación demostró que Conings se encontraba cerca del domicilio de Van Ranst durante la jornada del 17 de mayo, donde "las cámaras de vigilancia muestran que su vehículo estaba aparcado en la calle esperando a que volviera" del trabajo, cuenta este virólogo. 

"Lo que él no sabía es que, por primera vez en 18 meses, me había tomado medio día de descanso y estaba en mi casa", agregó.

Marc van Ranst y su familia viven con protección policial desde entonces, y durante cerca de un mes estuvieron alojados en varios sitios secretos.

Este científico belga se había convertido en una amenaza para los contrarios al uso de cubrebocas por sus participaciones en los medios durante la crisis sanitaria. 

"Tengo una carpeta con cerca de 150 mensajes de amenazas. En algunos me comparan con Hitler o con el médico nazi Mengele, pero otros son amenazas de muerte", dijo el experto.

Expertos eran víctimas de insultos, cartas anónimas y amenazas de violación 

Y no es el único. Según la encuesta de la revista Nature conocida el miércoles, los científicos que aparecieron en los medios para hablar del coronavirus fueron, a menudo, objetivo de amenazas y acoso.

En total 321 científicos, la mayoría de Reino Unido, Estados Unidos y Alemania, respondieron a la encuesta de la prestigiosa revista científica.

Solamente una tercera parte afirmó no haber sufrido consecuencias negativas después de haber hablado públicamente sobre el covid-19. Más de la mitad creen que su credibilidad fue puesta en duda y el 15 por ciento aseguran haber recibido amenazas de muerte.

"Fue extremadamente violento. Nunca había vivido algo así", explica la infectóloga francesa Karine Lacombe, coautora en diciembre de 2020 de una carta en la revista médica The Lancet donde denunciaban el acoso que sufrían las mujeres científicas en medio de la pandemia.

Figura mediática durante la crisis sanitaria, Lacombe se convirtió en objetivo de amenazas cuando se situó contra el uso de la hidroxicloroquina, el tratamiento promovido por el polémico médico francés Didier Raoult.

"Ahí empieza todo. Me insultaban por la calle. Me enviaban cartas anónimas, me amenazaron con violarme con hilo de alambre. Cosas por el estilo. Fue una época muy difícil", recuerda la experta.

- "Estrés postraumático"

En "un día, recibí mil emails con el mismo texto, y algunas personas habían puesto al inicio del correo un mensaje personal muy humillante. Al final, la repetición del mismo mensaje te vuelve loca", sostiene Lacombe.

La científica forma parte de un colectivo de médicos y de científicos conocidos por su compromiso contra la desinformación del covid-19. A principios de septiembre denunciaron los insultos y amenazas que sufren desde hace meses, así como la inacción y la pasividad política.

"Dejé de presentar denuncias", se lamenta Lacombe, "psíquicamente desbordada" reconoce. "Desarrollé una especie de estrés postraumático: durante varios días no volví a mi casa porque pensaba que habría gente esperándome".

Para "tomar perspectiva" se apoyó en "psicólogos que conocen bien los mecanismos del odio por internet", y en "grupos que luchan contra el odio y la desinformación en línea".

"Me reforzaron en mis convicciones (...) Quieren hacernos callar. Sobre todo, no hay que ceder a su chantaje", recalca la experta.

Mismo diagnóstico que Marc van Ranst: "No me he vuelto más prudente, sigo oponiéndome con fuerza a los mensajes antivacunas y a la desinformación. Sino, ganan ellos".

OMZI

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