La enfermera brasileña Rusia Goes estaba inconsciente y conectada a respiración artificial cuando dio a luz en abril, mientras batallaba contra los graves síntomas del coronavirus SARS-CoV-2 que causa la enfermedad de covid-19.
Pasó casi un mes antes de que la mujer de 42 años se pudiera reunir con su hija recién nacida. "Sólo Dios sabe cuánto extrañé a esa pequeña, que había estado dentro de mí, y de repente fue sacada por todo esto", dijo en entrevista para Reuters.
- Te recomendamos Medios de Brasil dejan de cubrir conferencias de Bolsonaro Latino América
Goes es una de al menos 374 mil brasileños infectados por el virus, que los especialistas calculan podría ser una cifra 15 veces mayor por la falta de pruebas aplicadas.
Brasil es el segundo país con mayor número de casos de coronavirus, justo detrás de Estados Unidos. Más de 24 mil personas han fallecido en el país más infectado de Latinoamérica.
Aunque normalmente trabaja como enfermera en una unidad de cuidados intensivos neonatales, Goes se quedó en casa una vez que comenzó el brote de coronavirus, pero su marido, Ednaldo Goes, sospecha que pudo haberle transmitido el virus mientras seguía saliendo a trabajar y a comprar para la familia.
Estaba en su octavo mes de embarazo cuando se internó en un hospital de Río de Janeiro. Presentaba dificultad para respirar y otros síntomas de covid-19, y los médicos recomendaron un parto prematuro por cesárea para tratar mejor el estado de la madre.
La bebé dio negativo para el virus y fue separada de Goes, quien fue transferida a otro hospital cuando su condición empeoró.
La batalla contra la enfermedad respiratoria fue dura y "muy dolorosa", dijo, pero lentamente pudo recuperarse. La enfermera conoció a su hija Luisa virtualmente, a través de un enlace de video con su marido y la bebé en otro hospital.
Goes fue dada de alta del hospital después de dos semanas y conoció a su hija en persona el 20 de mayo, 26 días después de dar a luz. El personal médico con mascarillas se reunió con globos y aplaudió mientras Goes salía del hospital con su bebé en brazos.
"Sostenerla en mi pecho fue muy emotivo", dijo.