Madrid pide al gobierno pasar a fase 1 de nueva normalidad

El Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez considera que la región no está preparada para la siguiente fase al no cumplir algunos de los requisitos.

España impuso el uso obligatorio de mascarillas en espacios públicos. (AP)
José Antonio López
Madrid /

La comunidad de Madrid volvió a pedir al gobierno central pasar a la fase 1 de desescalada con vistas a la “nueva normalidad”, prevista para finales de junio, todo esto debido a la pandemia del coronavirus.

Se trata de la tercera vez que lo pide, aunque el Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez ha considerado que la región no está preparada para la siguiente fase al no cumplir algunos de los requisitos.

Su presidenta, Isabel Díaz Ayuso, del Partido Popular (PP), ha politizado el tema y asegura que todo se debe a una revancha política del Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez, a lo que el presidente ni siquiera ha contestado.

Para los expertos de Sanidad, Madrid sigue lejos de ofrecer garantías suficientes y, sobre todo, presenta grandes dificultades para el diagnóstico precoz de los casos y el rastreo de sus contactos, un criterio que Sanidad considera imprescindible para evitar ahora rebrotes.

En cualquier caso, la semana pasada el gobierno concedió a algunos alivios a la comunidad de Madrid en la fase 0, que consisten básicamente en dejar comprar en comercios de menos de 400 metros sin cita previa y límite de aforo, esto para empezar a reactivar la economía.

Eso sí, no se pueden abrir terrazas, ni ver a familiares ni amigo, entre otras cosas. Se trata más de una fase de alivio que de desescalada.

No obstante, el consejero de Sanidad madrileño, Enrique Ruiz Escudero, aseguró que la región puede reforzar sus servicios de Salud Pública con hasta alcanzar los 400 efectivos en caso de ser necesario y si existe rebrote de casos para mantener controlada la incidencia del coronavirus y poder avanzar en las fases de desescalada.

Será el próximo viernes cuan el gobierno de Pedro Sánchez informe si Madrid pasa a la fase 1, exigida por su presidenta, empresarios y un sector de simpatizantes del PP y del ultraderechista VOX.


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