Mientras las calles se vacían de gente, los perros y gatos en condición de abandono deambulan por Bogotá, Colombia. Desorientados, hambrientos y hasta mutilados, andan sin una mano solidaria que les brinde algo de comer.
Las autoridades locales estiman que tan solo en la ciudad puede haber entre 800 mil y un millón de animales domésticos sin dueño o dueña. Dada la crisis económica que muchas familias colombianas atraviesan como consecuencia de la pandemia por covid-19 –el país entró en cuarentena obligatoria el 25 de marzo–, este número podría aumentar.
Refrigeradores vacíos y alquileres sin pagar debido al cierre de empresas de todos los tamaños y su consecuente desempleo, han puesto a los dueños de mascotas entre la espada y la pared.
En algunas barriadas, como Ciudad Bolívar, ubicada al sur de Bogotá, "han hecho desalojos y hay perros que quedan en la calle porque las familias se van en busca de otro lugar para vivir pero no se llevan a sus mascotas", comentó a Efe el director del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, Nelson Gómez.
Al borde de la muerte: cuidados para animales
El instituto se ha encargado de 720 casos en lo que va del año, de los cuales 220 perros y gatos se han rescatado desde que empezó la cuarentena y hasta el 11 de mayo. Los animales fueron encontrados en grave estado de salud o en alto riesgo de muerte.
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En un solo día, el personal de urgencias veterinarias puede hacer hasta 10 atenciones por atropellamiento, envenenamiento, heridas y enfermedades degenerativas o infecciones.
Por otro lado, la disminución de tráfico vehicular debido a la cuarentena ha disminuido el número de atropellos a animales en aproximadamente 38 por ciento. Sin embargo, los perros siguen siendo los más afectados por este tipo de siniestros, que resultan en fracturas de cadera, mandíbula o miembros posteriores, así como luxaciones o fisuras en algún hueso.
Listos para adopción
Una vez que han sido atendidos y han terminado su recuperación física, del comportamiento y emocional, algunos de los animales son remitidos a la Unidad de Cuidado Animal y son admitidos al programa de adopción, en espera de una nueva familia.
"Tenemos animales que han sufrido un accidente y no tienen una pata, que perdieron un ojo y otros que son de razas fuertes y necesitan un manejo especial", explicó Gómez.
Tal es el caso de "Limón", un beagle de 4 años que no tiene su pata derecha, y de "Molinero", un macho dorado de 7 años que ingresó a la unidad con heridas en el cuello.
Virtualmente se han recibido 2 mil 912 solicitudes de adopción, 79 de las cuales han sido aceptadas porque todos, sin excepción, buscan una segunda oportunidad a pesar de la adversidad que también para ellos trajo consigo el virus.
Abandono es común por miedo a contagio
El drama del abandono de animales se repite a lo largo y ancho de Colombia durante la cuarentena.
En un informe del 21 de abril pasado, la Fundación Universitaria San Martín denunció que en la caribeña Barranquilla hay más de 70 mil perros y 30 mil gatos callejeros.
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A esto se suma el hecho de que la cuarentena ha producido un incremento en la ciudad del 50 por ciento del nivel de riesgo y abandono, muchas veces por el temor infundado de los dueños a que los animales les contagien el virus.
En Saravena, una localidad fronteriza con Venezuela y azotada desde hace décadas por el conflicto armado, la ONG Lógico & Zoo Fundación creó la iniciativa Alimenta-Dog para hacer la diferencia.
El colectivo instaló dispensadores de agua y croquetas para perros callejeros a los que diariamente acuden unos 500, por lo que ya se ganaron el agradecimiento de sus peludos beneficiados y el reconocimiento de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la ONG norteamericana ACDI/VOCA, que calificaron el proyecto de "exitoso" e "inspirador".
tm