España desoyó 5 veces a la OMS en febrero

EL MUNDO

Crisis. El Gobierno obvió las llamadas a hacer acopio de material cuando más efectivo era: al inicio de la pandemia.

Imagen tomada ayer del párking del tanatorio de Collserola, ahora convertido en morgue. (EFE)
Juanma Lamet
Madrid /

El 30 de enero, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia internacional por el coronavirus y pidió a todos los países “una vigilancia activa”. El día siguiente, el Ministerio de Sanidad emitió un informe en el que atajó que esa alerta “no afecta a la evaluación de riesgo” del país. Aquella jornada comenzó una serie de disensos tácitos entre lo que recomendaba el organismo y lo que contestaba España. Sobre todo en lo relativo a hacer acopio de equipamiento (mascarillas, guantes o respiradores) en los primeros compases de la epidemia, los fundamentales para combatirla. Ahora España es el país con más profesionales sanitarios contagiados.

“Adquirir y suministrar equipamiento para garantizar la protección de los sanitarios”

El 3 de febrero la OMS ya pide anticiparse, en un informe en el que recomienda “adquirir y suministrar equipos de protección” adicionales, de manera preventiva, para “garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos”. Al día siguiente, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, remitió un informe al Consejo de Ministros con el seguimiento y actualización de la situación del coronavirus y subrayó que España, y en concreto el Sistema de Salud, estaba preparado para afrontar la situación. Y, por tanto, no necesitaba “Preparación estratégica”, que es como se llamaba el informe de la OMS. “Hemos constatado que los protocolos están funcionando”, remató la vicepresidenta primera, Carmen Calvo.

“Hay una ventana de oportunidad” para comprar material

El 11 de febrero la OMS avisa de que hay una “ventana de oportunidad” para comprar un remanente de equipamiento –mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas, entre otros– que le permitiera afrontar un posible contagio masivo. El 12 de febrero, Illa se desmarca de la petición de la OMS al proclamar: “No hay ninguna razón para tomar ninguna medida de salud pública adicional a las que ya estamos tomando”.

“Vigilar el riesgo de desabastecimiento de equipos importados de China”

El 13 de febrero hubo una reunión de ministros de Sanidad europeos en la que estuvo presente la OMS y que, como recoge el Departamento de Seguridad Nacional de La Moncloa, acuerda “vigilar el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China”.

Illa se desmarcó ese mismo día de quienes querían hacer acopio por si acaso: “España tiene suficiente suministro de equipos personales de emergencia en este momento”. El Ministerio añadía una frase en su comunicado: “Y se está trabajando para seguir asegurando existencias en caso de una ampliación del brote”. Pero lo cierto es que no se hizo hasta después del anuncio del estado de alarma, el 14 de marzo.

“Debemos centrarnos en la contención y prepararnos para una potencial pandemia”

El 24 de febrero, la misión de la OMS a China concluye sus investigaciones y emite su informe con averiguaciones “sobre la severidad de la enfermedad y el impacto de las medidas tomadas”. Con esos datos en la mano, la OMS advierte de que “es tiempo de que todos los países se concentren en prepararse”, sin perder un segundo. “Tenemos que centrarnos en la contención, mientras hacemos todo lo que podemos para prepararnos para una potencial pandemia”, agregó. El día siguiente, Illa afirma que “ni las mascarillas ni ningún producto sanitario va a faltar allí donde son necesarias”. Prometió: “Van a estar disponibles”. Tres semanas después, las Comunidades Autónomas tuvieron que lanzarse a comprar 53 millones de mascarillas, ante un desabastecimiento casi total.

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