Una nueva línea de metro, la Elizabeth Line, que unirá el este y oeste de Londres, comenzará a funcionar el 24 de mayo con cuatro años de retraso y tras registrar enormes sobrecostos de construcción, anunciaron el miércoles las autoridades.
La línea, bautizada en honor de la reina Isabel II, se inaugurará diez días antes del "jubileo de platino", las grandes celebraciones por el 70º aniversario de su reinado.
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Cruzando el centro de la ciudad, unirá el distrito financiero de Canary Wharf, en el este, con el aeropuerto de Heathrow, en el oeste, para "reducir los tiempos de viaje y proporcionar capacidad adicional", afirmó la compañía gestora del transporte de Londres (TfL) en un comunicado.
En contraste con la mayoría de las líneas del metro londinense, de pasillos y trenes especialmente estrechos, esta línea ofrecerá "estaciones espaciosas" y metros que se pueden recorrer de punta a punta.
El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, se congratuló de "la incorporación más importante a nuestra red de transporte en décadas", afirmando que "revolucionará los desplazamientos por la capital y el sureste".
La inauguración supone un alivio para las autoridades de la ciudad: el proyecto, que se puso en marcha hace 15 años y debía estar terminado en diciembre de 2018, lleva cuatro años de retraso y su presupuesto se disparó hasta los 19 mil millones de libras (24 mil millones de dólares, 22, 500 millones de euros), casi un tercio más de lo previsto inicialmente.
Sin embargo, una de sus estaciones en el centro de la capital, Bond Street, no abrirá inmediatamente y la línea empezará a funcionar en tres tramos separados que requerirán cambios antes de estar conectados.
Inicialmente, los metros no circularán los domingos para poder realizar algunas obras.
La Elizabeth Line se pone en marcha en un momento difícil para el sistema de transporte londinense, muy duramente golpeado por la pandemia de covid-19, que impuso fuertes aumentos de tarifas y necesidad de importantes inyecciones de fondos públicos.
OC