La pandemia de coronavirus ha creado nuevas preocupaciones para agricultores del Reino Unido, quienes ya se angustiaban porque con la salida de la Unión Europea no pudieran traer a los miles de trabajadores de Europa oriental que necesitaban para las cosechas.
Ahora, las restricciones de viaje y cierre de fronteras impiden que la mano de obra llegue para el inicio de las cosechas de lechuga y de frutos del bosque. Esto podría resultar en cosechas podridas; por lo cual algunos agricultores amenazan con llevar sus operaciones al exterior.
“Esto puede ser un adelanto de lo que se viene”, dijo el director ejecutivo de la Asociación de Agricultores Británicos, Jack Ward.
“Excepto que si la economía mejora, puede darse una situación en la que no hay desempleo y no se puede compensar la pérdida de la gente que viene de Europa oriental. Habrá que llevar la producción adonde están los trabajadores”.
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Gran Bretaña produce el 50 por ciento de los vegetales y el 20 por ciento de las frutas que consume y es enormemente dependiente de los trabajadores extranjeros.
Se calcula que se necesitan de 70 a 90 mil personas entre abril y octubre de cada año para plantar, atender, recoger y empacar verduras y frutas. La mayor parte vienen de Europa oriental y regresan a sus países una vez concluida la cosecha. Apenas el 1 por ciento de los trabajadores del campo son británicos.
Para resolver el problema, algunas empresas agricultoras han contratado servicios de transporte privado para traer a trabajadores extranjeros a los campos. Un productor en gran escala de lechuga para ensaladas, G’s Growers, pagó 49 mil dólares para contratar un transporte que trajo 150 rumanos en abril.
Falta de trabajadores extranjeros preocupa a agricultores
Muchos de los migrantes son de Rumania, Bulgaria, Polonia y regresan todos los años. Sus conocimientos y su velocidad son muy valorados por los agricultores británicos. Ahora, casi no hay vuelos y solo un tercio de los migrantes de siempre se encuentran en el país, indicó el secretario del medio ambiente George Eustice.
“Normalmente tenemos de 12 a 16 polacos en la primavera. Pero solo pudieron venir cuatro, que llegaron antes de que se dispusiesen las cuarentenas”, expresó Ali Capper, quien cultiva manzanas y lúpulo –un ingrediente clave de la cerveza– junto con su marido en la granja de su familia en Worcestershire, al oeste de Inglaterra. “Para poder hacer la cosecha en septiembre necesitaremos 70 personas. No sé de dónde las vamos a sacar”.
El gobierno británico dice que está consciente del problema y que amplió el programa de trabajadores temporales para permitir la llegada de 10 mil migrantes de países ajenos a la Unión Europea, sobre todo de Rusia, Moldavia y Ucrania.
Gobierno pide a británicos trabajar en campos
Como medida adicional, lanzó una campaña para tratar que los británicos trabajen en las labores agrícolas, sobre todo quienes se han quedado sin trabajo por la pandemia. Los reclutadores dicen que la respuesta ha sido entusiasta, pero no lo suficiente como para resolver el problema.
Capper, quien es portavoz del sindicato nacional de agricultores, dijo que, si bien apoya la idea de contratar británicos, “quien piense que esa es una solución a largo plazo no es realista”.
Lo que necesitan los agricultores, indicó, es que el gobierno defina sus planes inmigratorios para después del 31 de diciembre, en que termina el período de transición del proceso de Brexit y con él la libertad de movimiento entre la UE y Gran Bretaña.
A partir del 2021, los trabajadores agrícolas extranjeros deberán sortear las leyes inmigratorias como todo el mundo.
tm