El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó hoy que el jefe del grupo de mercenarios Wagner, Yevgueni Prigozhin, ha llegado al país, donde debe vivir exiliado tras la rebelión armada que encabezó el fin de semana en Rusia.
"Se proporcionaron garantías de seguridad, como prometió ayer (el presidente ruso, Vladímir Putin. (..) Sí, de hecho, hoy está en Bielorrusia", indicó en una ceremonia de entrega del grado de general.
Lukashenko sugirió que el exilio de Prigozhin y de los mercenarios que se sumen a él puede ser solamente temporal, pero se mostró deseoso de aprovechar sus experiencias de combate.
"Si sus comandantes (del Grupo Wagner) vienen y nos ayudan... Es experiencia. Eran grupos de asalto en la vanguardia. Nos contarán qué es importante ahora. Porque pasaron por todo esto (...)", dijo.
Indicó que los mercenarios pueden asesorar a Minsk "sobre táctica, armamento, cómo avanzar y cómo defender".
"Es algo que no tiene precio. Es lo que debemos aprovechar de los wagneritas", dijo.
Lukashenko se mostró además de acuerdo con su ministro de Defensa, Víktor Jrenin, quien manifestó que no le importaría disponer de una unidad como el Grupo Wagner en el Ejército.
Al mismo tiempo, negó que Bielorrusia construya campamentos para albergar a los wagneritas, que serán ubicados -dijo- en "instalaciones militares abandonadas", donde pueden "montar tiendas de campaña".
Según el presidente bielorruso, los miembros del Grupo Wagner aún permanecen en sus campamentos en la región ucraniana de Lugansk, anexionada por Rusia en septiembre de 2022.
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Wagner devuelve artillería pesada a Rusia
El grupo mercenario ruso se dispone a entregar material militar pesado al Ministerio de Defensa, según informó la agencia de noticias RIA, tras el fin de un breve motín protagonizado el fin de semana por los combatientes mercenarios.
En un desafío sin precedentes a la autoridad del presidente Vladimir Putin, los combatientes Wagner habían avanzado sobre Moscú el sábado, con la exigencia de la destitución de la cúpula militar de Rusia por lo que consideran una mala gestión de la guerra en Ucrania.
A continuación, pusieron fin abruptamente a su rebelión y regresaron a su base en virtud de un acuerdo negociado por el presidente bielorruso.
Putin elogia "lealtad" de militares
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, sacó hoy pecho y elogió la lealtad de sus militares y cuerpos de seguridad ante la rebelión encabezada por el líder del Grupo Wagner.
"Ustedes defendieron el orden constitucional, la vida, la seguridad y la libertad de muestro ciudadanos, salvaron a nuestra patria de conmociones y, de hecho, detuvieron una guerra civil", dijo Putin a efectivos militares y agentes de seguridad en una ceremonia solemne celebrada en la Plaza de las Catedrales del Kremlin.
El mandatario destacó que las fuerzas de orden, los militares y agentes de los servicios de inteligencia "cortaron el camino a la rebelión, cuyo resultado inevitable hubiera sido el caos".
Putin recordó la muerte de varios pilotos durante la sublevación y señaló que "cumplieron con honor las órdenes y su deber militar".
Tras la ceremonia, el presidente se reunió con un grupo de militares a los que agradeció especialmente sus acciones para desarticular la sublevación de los mercenarios de Prigozhin, a quien, al igual que hace con sus acérrimos enemigos, como el encarcelado líder opositor Alexéi Navalni, no menciona por su nombre.
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Nada que celebrar: Lukashenko
Si Putin se mostró hoy orgulloso de cómo fue frustrada la sublevación, su homólogo bielorruso, Alexandr Lukashenko, que actuó como mediador entre el Kremlin y Prigozhin, no quiso colgarse medallas.
"Por ningún motivo hay a que hacer de mí un héroe, ni de mí ni de Putin ni de Prigozhin, porque la situación se nos escapó de las manos, creímos que se solucionaría por sí misma, pero no fue así", dijo Lukashenko en una reunión con militares en Minsk.
Admitió que, además de poner en máxima alerta al ejército del país, dispuso que una brigada estuviese totalmente preparada para ser enviada a Rusia en caso de necesidad.
Y es que el mandatario aseguró que "si Rusia se derrumba, quedaremos bajo los escombros y moriremos todos".
El acuerdo alcanzado con la mediación del jefe de Estado bielorruso permite a los wagneritas incorporarse al Ejército ruso, volver a sus casas o marcharse a Bielorrusia, además del cierre de las causas penales incoadas por su sublevación.
SNGZ