La red ferroviaria británica quedó paralizada el miércoles debido a una huelga secundada por 40 mil empleados por una disputa laboral y salarial. Según las compañías ferroviarias, apenas una quinta parte de sus servicios en todo el país funcionaron con normalidad.
El paro de 24 horas de limpiadoras, señalizadores, trabajadores de mantenimiento y personal de estación se produce un mes después del paro más grande del sector en las tres últimas décadas, que suspendió el servicio en todo el país al inicio de la temporada de vacaciones estivales.
La disputa se centra en los salarios y las condiciones y la seguridad laboral, en un momento en que los ferrocarriles británicos tratan de adaptarse al cambio en los hábitos de viaje y desplazamiento, quizás permanentes, causados por la pandemia del coronavirus.
En el último año hasta marzo, en el país se realizaron cerca de mil millones de viajes en tren, frente a los mil 700 millones en los 12 meses previos a la aparición del covid-19, y las empresas del sector buscan reducir costos y personal luego de dos años en los que se mantuvieron a flote gracias a las ayudas gubernamentales.
Las negociaciones para resolver la disputa están estancadas. El Sindicato Nacional de Trabajadores Ferroviarios, Marítimos y del Transporte dijo que la última oferta salarial patronal no es suficiente en vista de la creciente inflación, que actualmente es del 9.4 por ciento, y de la peor crisis del costo de la vida en décadas.
Además, acusa al gobierno conservador de impedir que las empresas ferroviarias presenten una oferta mejor. El ejecutivo afirma que no está directamente implicado en la disputa que enfrenta al sindicato con las empresas privadas que operan los trenes y con la firma estatal de infraestructura Network Rail.
JLMR