El gobierno del primer ministro británico, Boris Johnson, dijo hoy que dará "apoyo total" a las fuerzas de seguridad de Estados Unidos en la investigación sobre la toma de rehenes perpetrada el fin de semana por un ciudadano del país europeo en una sinagoga de Texas, siendo una declaración que se da el mismo día en que en Manchester, Inglaterra, la policía reveló la detención de dos adolescentes que estarían vinculados al hecho.
Los adolescentes permanecen retenidos después de que el británico Malik Faisal Akram, de 44 años, fuera identificado como responsable de la toma de rehenes, en un incidente que duró varias horas y en el que el autor perdió la vida tras ser abatido por la Policía.
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"Estamos junto a nuestros amigos estadunidenses contra aquellos que buscan difundir el odio y el miedo en todo el mundo", afirmó un portavoz del primer ministro, que denunció "un terrible acto de terrorismo y antisemitismo".
Los cuatro rehenes de la sinagoga de la congregación Beth Israel en Colleyville, una ciudad de unos 23 mil habitantes a unos 40 kilómetros de Dallas, fueron liberados sanos y salvos el sábado por la noche.
El ataque terminó con un asalto policial y la muerte del secuestrador, identificado por el FBI como Malik Faisal Akram, de 44 años y nacionalidad británica.
La Policía del llamado Gran Manchester comunicó que agentes de la unidad antiterrorista del noroeste de Inglaterra arrestaron a dos jóvenes, cuyas edades o identidades no han sido facilitadas.
Akram, originario de Blackburn, en el norte de Inglaterra, había llegado hace dos semanas al aeropuerto internacional John F. Kennedy, en Nueva York, y después compró el arma que utilizó en la sinagoga, de acuerdo con las fuerzas del orden estadounidenses.
En sus negociaciones con las autoridades en Texas, que duraron horas, Akram pidió la liberación de la científica pakistaní Aafia Siddiqui, que cumple en la entidad una condena de 86 años de prisión por haber tratado de matar a soldados y agentes estadunidenses mientras estaba detenida en Afganistán.
En la página de Facebook de la comunidad musulmana local, un hombre que se identificó como hermano de Akram afirmó que este "sufría problemas psicológicos". "No había nada que pudiéramos haberle dicho o hecho para convencerle de que se entregara", afirmó, asegurando haber estado "en contacto con Faisal, los negociadores y el FBI hasta la madrugada".
Por su parte, los representantes del Consejo Musulmán del Reino Unido denunció la toma de rehenes en Texas "en los términos más enérgicos posibles".
"Este acto es aún más reprobable porque se llevó a cabo en un lugar de culto donde los judíos eran el objetivo. Es, sencillamente, un delito de odio y un acto antisemita", reaccionó en un comunicado.