Exponiendo franjas de rocas previamente submarinas y calentando el agua a temperaturas que se acercan al promedio del mar Caribe, la peor sequía de Italia en décadas ha reducido al lago Garda, el más grande de ese país, a su nivel más bajo jamás registrado.
Los turistas que acudieron al popular lago del norte el viernes para el comienzo del fin de semana largo de verano clave de Italia encontraron un paisaje muy diferente al de años anteriores. Un extenso tramo de roca blanqueada se extendía lejos de la costa normal, rodeando el sur de la península de Sirmione con un halo amarillo entre los tonos verdes del agua y los árboles en la orilla.
"Vinimos el año pasado, nos gustó y volvimos este año", dijo la turista Beatrice Masi mientras se sentaba en las rocas. "Descubrimos que el paisaje había cambiado mucho. Nos quedamos un poco sorprendidos cuando llegamos porque teníamos nuestro paseo habitual, y el agua no estaba allí".
El norte de Italia no ha visto precipitaciones significativas durante meses, y las nevadas de este año disminuyeron un 70 por ciento, secando ríos importantes como el Po, que fluye a través del corazón agrícola e industrial de Italia. Muchos países europeos, incluidos España, Alemania, Portugal, Francia, los Países Bajos y Gran Bretaña, están soportando sequías este verano que han perjudicado a los agricultores y transportistas y han promovido a las autoridades a restringir el uso del agua.
La condición reseca del Po, el río más largo de Italia, ya ha causado miles de millones de euros en pérdidas a los agricultores que normalmente dependen de él para regar campos y arrozales.
Para compensar, las autoridades permitieron que más agua del lago de Garda fluyera hacia los ríos locales: 70 metros cúbicos (dos mil 472 pies cúbicos) de agua por segundo. Pero a fines de julio, redujeron la cantidad para proteger el lago y el turismo financieramente importante vinculado a él.
Con 45 metros cúbicos (mil 589 pies cúbicos) de agua por segundo desviados a los ríos, el lago el viernes estaba a 32 centímetros (12.6 pulgadas) por encima del nivel freático, cerca de los mínimos históricos en 2003 y 2007.
El alcalde de garda, Davide Bedinelli, dijo que tenía que proteger tanto a los agricultores como a la industria turística. Insistió en que la temporada turística de verano iba mejor de lo esperado, a pesar de las cancelaciones, en su mayoría de turistas alemanes, durante la última ola de calor de Italia a fines de julio.
"La sequía es un hecho con el que tenemos que lidiar este año, pero la temporada turística no está en peligro", escribió Bendinelli en una publicación de Facebook del 20 de julio.
Confirmó que el lago estaba perdiendo dos centímetros (.78 pulgadas) de agua al día.
La temperatura del lago, por su parte, ha estado por encima de la media de agosto, según seatemperature.org. El viernes, el agua de la Garda era de casi 26 grados Celsius (78 grados Fahrenheit), varios grados más cálida que la temperatura promedio de agosto de 22 C (71.6 F) y cerca del promedio del Mar Caribe de alrededor de 27 C (80 F).
Para Mario Treccani, propietario de una concesión frente al lago de sillas de playa y sombrillas, la costa ampliada del lago significa que menos personas alquilan sus sillas, ya que ahora hay muchas rocas en las que tomar el sol.
"El lago suele ser un metro o más de un metro más alto", dijo desde las rocas.
Señalando una pequeña pared que generalmente bloquea el agua de las sillas de playa, recordó que en los días ventosos, a veces las olas del lago salpicaban a los turistas.
Ya no.
"Es un poco triste. Antes, se podía escuchar el ruido de las olas rompiendo aquí. Ahora, no se oye nada", dijo.
LG