Cinco meses han pasado desde la edición 21 del Vive Latino, uno de los festivales de música más importantes de América Latina, que este año reunió a 70 mil asistentes durante dos días de conciertos celebrados una semana antes de que se decretara la Jornada Nacional de Sana Distancia. Fue uno de los últimos eventos masivos de la industria del entretenimiento, que hoy encontró en los automóviles un aliado para superar la crisis.
El pasado 8 de agosto Moderatto se convirtió en el primer grupo musical en el país en ofrecer un autoconcierto en el Foro Pegaso, donde se contabilizaron mil 500 vehículos, en los que podían estar hasta seis personas dependiendo del tamaño del auto. El TRI hizo lo propio ayer 14 de agosto, mientras que este sábado se presentará Intocable.
Al negocio entró Cinépolis, la mayor cadena de cines del país dirigida por Alejandro Ramírez, luego de verse severamente afectada por el cierre de unidades ante el covid-19.
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Esta no es la única compañía del ramo que está trabajando en modificaciones para adaptar sus operaciones a la nueva normalidad. Tras una prueba piloto en Guadalajara, Cinemex hizo alianza con Open Air Mx para operar en la Arena Ciudad de México un autocinema, concepto que llegó a México en 1950.
El mismo camino siguió la productora de eventos Cinética, que se fusionó a Grupo Expansión hace tres años, y que en la pandemia lanzó Autocinema Santa Fe para adaptarse a la nueva realidad.
“Nos dedicamos a hacer eventos y experiencias, y dada la contingencia nos vimos en la necesidad de buscar nuevas alternativas. El autocinema es un proyecto que tiene muchos años de existir y en este momento lo vimos como una oportunidad”, dijo a MILENIO Diego Pardo, fundador de Cinética y gestor del proyecto.
En el caso de los autocinemas, la propuesta es un aliciente para los consumidores, que pese a las medidas de seguridad que adoptaron las salas de cines que están abriendo sus puertas no se sienten seguros. De acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, en las salas que ya comenzaron a operar los aforos no rebasan 10 por ciento de su capacidad.
“El mundo de los eventos, experiencias y entretenimiento quedó totalmente frenado, pero sabíamos que dado el confinamiento era muy importante tener un poco de entretenimiento, buscar un proyecto que nos pudiera dar la oportunidad de llevar a la gente al lugar donde pudiera salir de casa con todas las nuevas consideraciones de seguridad que se requieren”, explicó Pardo.
También, la curva 4 del Autódromo Hermanos Rodríguez se convirtió en el Autocinema Mixhuca por iniciativa de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, sin fines de lucro, ya que la entrada por automóvil cuesta únicamente 10 pesos y los recursos recaudados se destinan al material sanitario necesario para fortalecer la sanidad en cada proyección.
Posibilidades
Como en una especie de elipsis cinematográfica, los espectadores presencian un salto de más de siete décadas que trae de vuelta, a la nueva realidad, el concepto de autoentretenimiento, el cual se supedita a las necesidades actuales del esparcimiento. En este escenario los empresarios buscan integrar un portafolio de entretenimiento diversificado que podría impulsar aún más su auge.
“Hemos recibido muchas propuestas que van desde conciertos, lanzamientos de marca, obras de teatro y películas musicalizadas en vivo, a lo que no nos cerramos”, explicó Rosario Borbolla, gerente de programación en Autocinema Coyote, compañía que opera desde hace nueve años y que este 2020 abrirá su primera unidad fuera de Ciudad de México, en Puebla.
Para el fundador de Cinética, el autoentretenimiento da la posibilidad de abrirse hacia más mercados. “Hoy teniendo al cine como el eje nos sumamos al tema de la comedia; tenemos stand up comedy porque es un género que tomó mucha fuerza, que creemos que a la gente le gusta y que nos ha ido mostrando que podemos explorar diferentes experiencias. Queremos hacer algo que tenga que ver con el deporte, actividades corporativas. Estamos ya explorando cosas con teatro, hacer monólogos, este lugar tiene esa oportunidad”, afirmó.
Boletos en códigos QR para evitar la interacción entre personas, atención directa en los automóviles para la compra de alimentos, distancias grandes, aforos controlados y disposiciones para evitar salir de los autos, son los nuevos criterios para poder asistir a estos lugares de esparcimiento.
Tiempo definido
Pese al éxito que han tenido estas iniciativas, especialistas prevén que el autoentretenimiento no prosperará a gran escala una vez superada la pandemia.
“Con la cuarentena fue una moda que surgió porque los cines siguen cerrados. Algunos desarrolladores que tenían el espacio lo usaron para atraer gente. Cinépolis no se va a dedicar a abrir autocinemas en lugar de cines, porque requieren mucho dinero y espacios muy grandes”, dijo en entrevista Jorge Lizán, director de Lizán Retail Advisors.
Contrariamente, la gerente de programación en Autocinema Coyote consideró que sí hay un área de oportunidad muy grande. “Nosotros hemos ofrecido este tipo de entretenimiento desde 2011, por lo que hemos tenido un camino de aprendizaje, crecimiento y la búsqueda de llevar mejores experiencias al público que nos sigue desde nuestra primera sede en Coyoacán”, dijo a MILENIO.
Además de las empresas de entretenimiento hay otras que ven en esta propuesta una alternativa de negocio, como Walmart, que a inicios de julio anunció que transformará algunos de sus estacionamientos en Estados Unidos para adaptarse a este concepto.
“Los desarrolladores que tienen un estacionamiento descubierto lo harán para generar tráfico adicional. Funcionará en ciudades con espacios muy grandes y no todos los estacionamientos están adaptados. Es algo que está dándose como medida provisional por la situación, pero no resulta rentable con el costo de la tierra actualmente”, explicó Jorge Lizán.
De acuerdo con cifras del Instituto de Políticas del Transporte y el Desarrollo (ITDP), luego de las modificaciones a la norma de construcción de estacionamientos en la Ciudad de México, el porcentaje de área ocupada por estos bajó de 42 a 33 por ciento del área construida en la entidad.
lvm