Luego de que derivado de la pandemia el pasado 10 de Mayo, Día de las Madres, se registraron los menores niveles de venta de las flores de ornato que se siembran en el Valle de Atlixco y los municipios circunvecinos, los productores confían que para este año la situación mejorará tras la reapertura paulatina de las actividades económicas y con el avance del proceso de vacunación anticovid.
Los floricultores recordaron que el año pasado, la crisis sanitaria les llevó a casi regalar sus cultivos y en algunos casos a dejarlo perder.
Con una producción estimada de poco más de 138 mil toneladas de rosas al año, el Pueblo Mágico de Atlixco es considerado como el más importante municipio en ese rubro en el estado, y el cuarto a nivel nacional.
En conjunto con Santa Isabel Cholula, Tianguismanalco, San Jerónimo Tecuanipan, San Pedro y San Andrés Cholula, y otros municipios hacen de Puebla el principal productor a nivel nacional de flores y plantas ornamentales, según estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR).
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Los trabajadores de estos ornamentos coincidieron al señalar que mayo representa una de las cuatro temporadas fuertes para la comercialización de la flor en la región.
Las otras se registran en noviembre, diciembre y febrero, debido a los festejos de Todos Santos, 12 de diciembre y 14 de febrero.
Hernán Ramos Calderón, propietario de un vivero ubicado en la localidad de Cabrera en Atlixco, manifestó su beneplácito por el repunte de la compra de rosas, aunque ésta está escasa. Estimó que ha colocado más de 20 mil rosales previo a la celebración del 10 de mayo próximo.
Refirió que comercializa rosa miniatura o hoster y grande:
“Se están llevando más de la miniatura porque la otra está escasa”. Indicó que las variedades que más se comercializan son las rosas rojas, naranjas, blancas y amarillas: “Hay hasta 300 variedades de colores. A lo mejor se parecen, pero son variedades distintas, no son las mismas”.
Contó que el proceso de la crianza de los rosales es largo ya que llega a durar hasta 15 meses. Explicó que las cultivadas a campo abierto son más resistentes que las de invernadero, porque estas tras su poda al darles el sol empiezan a marchitarse y deshojarse.
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Sergio Méndez Méndez cultiva estate en Tianguismanalco, la cual es utilizada para la obtención de flores secas y flor cortada, que luego es pintada a mano:
“Desde la semana pasada ya hubo una buena venta”. Informó que a la par se registró un alza en el precio, reflejo de que “la rosa está carísima”.
Precisó que su producción la vende por pieza en 25 pesos. Estimó colocar mil piezas de las plantas que tardan en crecer hasta 5 meses y más de un año o hasta que el cliente decida desecharlas.
Del proceso de pintado, se hace con un mezclado de pinturas y químicos. Son 13 los tonos que le aplican, entre otros: azul turquesa, azul rey, amarillo, verde, naranja, rojo, rosa y morado.
Oswaldo Flores García, productor de girasol, subrayó que a pesar de la sequía que se ha registrado en la región no ha disminuido la producción de flor:
“Estuvo tremenda, incluso los pozos profundos no abastecían los riegos, casi estaban trabajando 24 horas diario los pozos (…) mucha planta se echó a perder, no rindieron por el calor, pero gracias a Dios ya llevamos dos lluvias y eso nos está favoreciendo”.
Para Juan, productor de astromelia, su venta se elevó al triple comparado con el mismo periodo del año pasado, donde casi se declaró en bancarrota. Confió en colocar alrededor de mil ramitos, “500 de atromelia y el resto de estate”.
mpl