Nunca pensó que un día compraría una empresa al 100 por ciento de manera virtual. “Es uno de los aprendizajes de esta pandemia”, dice divertido Armando Santacruz, fundador y presidente del Consejo de Administración de Grupo Pochteca. No es lo único que ha aprendido: “como mexicano aprendes que las crisis van y vienen. Empecé este negocio en el 88, cuando recién salíamos de una crisis; luego vinieron la del 95, la del 98, cuando los rusos dejaron de pagar sus bonos, pasamos por 2008 y ahora estamos en esta. Hay que pensar más allá de los seis o doce meses”, dice.
Como activista empresarial fue parte de quienes iniciaron el movimiento de ingreso para el bienestar, convencido de que hay que buscar mejores formas para el crecimiento y brindar oportunidades en el país. Aún antes de la pandemia, Santacruz pensaba integrar su empresa a nuevos horizontes de servicio y de mercado. Prueba de ello es su más reciente adquisición on line, por 20 millones de dólares, de la australiana Ixom Operations, con la que incursionará en los mercados de minería y energías limpias en Sudamérica.
¿No es arriesgado comprar cuando el mundo está en contracción?
La compra va en línea con lo que hemos comprobado con el paso del tiempo: tener una empresa con sus fichas puestas en diversos lugares te hace mucho más resiliente, resistente ante embates.
¿Le preocupa la dependencia de sus ingresos en México?
Con el covid-19 aprendimos que la diversificación es vital. Cuando llegó la pandemia se nos colapsaron varios negocios. La sucursal de Cancún era la cuarta en importancia en México y prácticamente desapareció, porque el turismo se congeló. Todo lo automotriz, metalmecánico casi se fue a cero. El petróleo se cayó dramáticamente. Pero tuvimos otros (negocios) que se vieron beneficiados, como es el cuidado personal y del hogar, la desinfección, los químicos para alimentos, que al estar en casa la gente consume más.
Unos mercados han caído, pero otros subieron, y eso permitió que, si bien no se compensa 100 por ciento el impacto, nuestra empresa no está en un aprieto severo.
¿Están dadas las condiciones para invertir en México?
Depende mucho de en qué. Si la inversión va a ser orientada hacia empresas exportadoras del T-MEC, hay menos incertidumbre porque el generador de la demanda está afuera, pero si tu inversión es para atender el mercado interno hay más cautela porque existen señales confusas del gobierno.
Nosotros paramos una inversión millonaria en paneles solares en varias de las plantas, que iba a generar un ahorro sustancial en el consumo.
¿De qué se trataba esa inversión?
Consistía en que todas nuestras bodegas grandes, que tienen enormes superficies techadas, tuvieran paneles solares para autoabastecernos. Concretar la inversión habría sido muy fácil, de tener la certeza de conectarnos a la red. Pero mientras no se esclarezca la política energética no podríamos hacer la inversión.
¿Cambió la visión de Pochteca con la entrada del T-MEC?
El T-MEC da certidumbre a la inversión orientada a la exportación a Estados Unidos y a las empresas de Norteamérica que inviertan en México. Para nosotros es muy bueno porque somos proveedores de esas empresas, de las armadoras, de los Tiers 1 (proveedores de equipos originales para las armadoras de autos) y de la industria metalmecánica y electrónica.
¿Podrá México aprovechar la atracción de plantas de producción por el nearshoring?
Hay dos razones claras que impulsan el nearshoring. La primera es el pleito de Estados Unidos con China. Demócratas y republicanos tienen muy claro que China se ha pasado de listo, entonces van a seguir incentivando a sus empresas a salirse de China y a reducir la dependencia de ese país.
La segunda razón es el covid-19, que demostró que las cadenas productivas demasiado complejas son más frágiles y desde ese punto de vista hay una presión al nearshoring —que es benéfico, y México podría aprovecharlo mejor con una política más amigable hacia la inversión.
¿Qué haría falta para que la recuperación sea más rápida en los mercados exportadores?
El veneno para la inversión es la incertidumbre. Como empresario, estás sujeto a miles de riesgos que pueden aniquilar tu negocio, y si vemos la historia de los negocios vemos cómo cambian las necesidades y el consumo. Empresas líderes de los años setenta ya no existen.
Hoy hay una mortalidad grande de empresas. Si encima de eso te cambian las reglas, el riesgo se multiplica exponencialmente. Donde hay incertidumbre, la inversión sale corriendo.
¿Qué habría que hacer para atraer la inversión?
Para mí, la decisión más sencilla que podría tomar el gobierno es no mandar señales de incertidumbre, porque esas son literalmente la antítesis de las condiciones propicias para la inversión.
¿La pandemia confirió un nuevo papel de los empresarios?
Los empresarios no son un grupo homogéneo. Yo —y lo digo muy orgullosamente— formé parte del grupo de empresarios que lanzamos el ingreso por el bienestar ya hace más de un año. Nos pusimos el objetivo de subir el salario mínimo a más del doble, y éramos desde grandes multinacionales hasta empresarios, como yo, que habíamos fundado nuestra propia empresa.
Por otro lado, había empresarios que decían que estábamos locos y que éramos unos idiotas porque qué necesidad teníamos de subir el sueldo si nadie nos lo estaba pidiendo.
Lo que sí creo que el covid-19 ha dejado claro es que vivimos en sociedad y tenemos que actuar como tal. No puedes actuar como si fueras una isla.
Ustedes están en muchas industrias, ¿cuáles prevé que se van a recuperar mejor?
Los mercados exportadores, esos van a ir viento en popa. Luego hay otros muy defensivos como químicos para alimentos, donde nos sigue yendo bien porque la gente sigue comiendo.
Una de las industrias en las que participan es la construcción. ¿Ven cercana la recuperación?
La construcción está alicaída, pero tarde o temprano va a regresar. Uno, porque es muy difícil que un país viva sin construcción eternamente. Dos, porque el propio gobierno sabe que si no reanima la construcción, los planes que tiene de crecimiento no se pueden dar. Es una parte fundamental del PIB y del empleo.
Dicen que la pandemia da la oportunidad de replantear el futuro, ¿Que se requiere para que el país crezca?
Mí México ideal sería un México socialdemócrata, que tuviera un Estado de bienestar con piso mínimo para que nadie se muriera de hambre, para que todo mundo tuviera protección de primera infancia y hubiera salud universal.
Es un grave error que la salud sea contributiva, debería ser salud universal.
También debería tener un esquema redistributivo más agresivo, en el cual pudiéramos garantizar un modelo de movilidad social más elevado. México ha estado en falta con eso desde hace muchos años, con todos los gobiernos que ha habido hasta ahora.
Y uno de los temas indispensables es acabar con el capitalismo de cuates. donde cada nuevo partido trae a sus cuates y algunos tristemente son los mismos cuates de siempre. Eso, junto con la tolerancia a los monopolios y los oligopolios, ha sido un gran lastre para México.
¿Cuáles son las ventajas que ofrece nuestro país?
Estamos muy bien posicionados geográficamente para poder crecer, junto al mercado más grande del mundo. Tenemos una pirámide demográfica que todavía nos favorece y un país probadamente trabajador e inventivo.
Y hay empresarios en México, el problema es que es difícil ser empresario. Creo que si se hacen las cosas bien podemos lograr ser otro tipo de país.
Ustedes tienen múltiples certificaciones ambientales. ¿Es rentable apostar a esto como modelo de negocio?
Sí. Año con año vamos reduciendo la huella de carbono, hemos ido metiendo una serie de propuestas de negocio que son cada vez más ecológicas que las que se usaban anteriormente. Pochteca fue la primera empresa latinoamericana que sacó el distintivo de distribución responsable de la National Association of Chemical Distributors (NACD). Además, ganamos el premio del año como la empresa con el mejor cumplimiento.
¿Hacia dónde ve el futuro de Pochteca?
Estamos consolidando el proyecto de la planta de Guadalajara, El Salto, que inauguramos en el cierre del año pasado. En marzo arrancamos la planta, la última recicladora de solvente, estamos en el negocio de llenarla. El negocio de residuos industriales lo arrancamos a fines del año pasado, estamos trabajando en eso y creo que lo más importante es todo lo que estamos haciendo con Ixom, que es traernos a México el negocio de minería, de construcción, y llevar a los mercados de región andina y del sur el resto de los químicos que manejamos acá y que ellos no están manejando.
Perfil...Armando Santacruz
Director general de Grupo PochtecaContador público por el ITAM, en 2009 ganó el premio al Mérito Profesional, Sector Privado, que otorga esa institución. Ha participado en los consejos de administración de Orbia, GBM y Mexichem. Fue presidente de México Unido contra la Delincuencia, y como activista empresarial promovió el uso recreativo de la marihuana como estrategia para desarticular el narcotráfico.
Frases
“Tener una empresa con sus fichas puestas en diversos lugares te hace mucho más resiliente, resistente ante cualquier embate”“El covid-19 ha dejado claro que vivimos en sociedad y tenemos que actuar como tal. No puedes actuar como si fueras una isla”
“Mí México ideal sería un México socialdemócrata, que tuviera un Estado de bienestar con piso mínimo para que nadie se muera de hambre”
Clave
Grupo PochtecaLa empresa de Armando Santacruz desarrolla actividades en los siguientes rubros: materias primas, papel, lubricantes industriales, servicios logísticos, residuos industriales. Además, con la adquisición de la australiana Ixom Operations, incursionará en los mercados de minería y energías limpias en Sudamérica.
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