Las oficinas en Tokio de los bancos más grandes de Wall Street planean dividir al personal en grupos y elaboran planes para mantenerlos físicamente separados durante semanas en un momento en el que el sector financiero se prepara para un importante brote de coronavirus en Japón.
Aunque diferentes bancos —entre ellos Bank of America, Morgan Stanley y Goldman Sachs— diseñan estrategias ligeramente diferentes de la “operación división”, el objetivo general se mantiene como una constante: limitar cualquier epidemia dentro de la compañía que afecte a un departamento.
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Los esfuerzos en JPMorgan implican dividir al personal en diferentes partes del negocio en equipos A y B, de acuerdo con personas familiarizadas con los planes. Un equipo trabajará desde casa durante dos semanas, mientras que el otro seguirá trabajando en la oficina central de Tokio durante ese tiempo. Al final del periodo, van a cambiar pero bajo estrictas condiciones de que los miembros de los equipos A y B no tengan contacto físico. El periodo de dos semanas fue determinado tomando en cuenta el supuesto sobre el periodo de incubación del virus.
Otro gran banco de Estados Unidos planea hacer cada cambio al final de un periodo de un mes, de acuerdo con personas familiarizadas con los planes.
Otros bancos, entre ellos Morgan Stanley y BoA, se mueven para dividir las operaciones con tres grupos. Un grupo trabajará en la oficina central, otro desde casa y el otro tendrá su base en los sitios “de planeación de continuidad del negocio” que ha establecido la compañía, instalaciones de emergencia que, en la mayoría de los casos, se tenía previsto que empezaran a funcionar en el periodo inmediatamente posterior a un gran terremoto en Tokio. La mayor parte de esos sitios están ubicados en las afueras de Tokio, aunque algunos se encuentran mucho más lejos en Osaka.
Ninguno de los bancos quiso hacer comentarios.
Un miembro de alto nivel del personal de un grupo financiero mundial comentó: “Hay mucha planeación en marcha en torno a estas operaciones de división, sobre la base de que podríamos tener algo como esto en vigor tal vez durante meses. En este momento practicamos la rotación de periodos de uno o dos días, con el supuesto de que podría cambiar el periodo a un sistema de rotación de dos semanas en cualquier momento a partir de ahora”.
Las medias se están implementando en medio de fuertes críticas sobre el manejo del brote del virus que hizo el gobierno japonés, y una solicitud explícita que hizo el primer ministro Shinzo Abe a las compañías para que permitan que el personal trabaje de forma remota si es posible. Sin embargo, este edicto se topó con la cultura corporativa japonesa que tiene poco que abrazó el concepto del trabajo remoto. Muchas compañías japonesas en realidad no tienen sistemas en marcha que permitan hacerlo.
El miércoles, las medidas para prevenir que el virus se propague aún más se volvieron más draconianas, con el cierre de escuelas en la isla de Hokkaido, en el norte del país, con la cancelación de eventos deportivos y culturales y el anuncio de un desarrollador inmobiliario de que un portador del virus visitó un edificio en el corazón del distrito financiero de Tokio en el que se encuentran las oficinas de bufetes globales de abogados Carlyle y SMBC Nikko Securities.
CLAVES
PLANEACIÓN
Los bancos de países como Japón y Estados Unidos tienen ya los planes definidos y han empezado a hacer pruebas sobre cómo hacer funcionar sus operaciones.
TRABAJO REMOTO
En Japón ya se hizo el llamado para implementar el trabajo remoto, sin embargo las empresas aún no tienen sistemas en marcha que lo permitan.
CRECE ALERTA
El distrito financiero de Japón elevó su alerta ante el aviso de un desarrollador inmobiliario sobre la visita de un portador del virus a uno de sus edificios más importantes.