La Reserva Federal de Estados Unidos redujo su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual y señaló que van a seguir más reducciones, iniciando de esta manera su primer ciclo de flexibilización desde la pandemia.
El primer recorte del banco central estadunidense en más de cuatro años deja la tasa de los fondos federales en un rango de entre 4.75 y 5 por ciento. Michelle Bowman, gobernadora del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por su sigla en inglés), votó contra la decisión, a favor de una reducción de un cuarto de punto, convirtiéndose en la primera gobernadora de la Fed desde 2005 en disentir de una decisión sobre las tasas.
El recorte de medio punto es mayor que el ritmo más habitual de un cuarto de punto de la Fed y sugiere que el banco está preocupado por las perspectivas de un debilitamiento de la economía después de más de un año de mantener las tasas en un máximo de 23 años.
La última vez que la Fed redujo las tasas en más de un cuarto de punto fue cuando el covid azotó la economía mundial en 2020.
“La economía estadunidense está en un buen momento y nuestra decisión está diseñada para mantenerla allí”, dijo el presidente de la Fed, Jerome Powell.
“Esta recalibración de nuestra postura política ayudará a mantener la fortaleza de la economía y del mercado laboral y seguirá permitiendo un mayor progreso en materia de inflación a medida que iniciamos el proceso de avanzar hacia una postura más neutral”, añadió.
Sin embargo, Powell dijo que las tasas no estaban en una trayectoria “preestablecida”, y señaló que si la inflación se mostraba rígida, la Fed podía “reducir la moderación de la política monetaria más lentamente”. Del mismo modo, el banco central estaba “preparado para responder” si el mercado laboral se debilitaba de forma inesperada, agregó.
“No creemos que estemos atrasados (en la reducción de las tasas)”, dijo Powell. “Pero pueden tomar esto como una señal de nuestro compromiso de no quedarnos atrás”.
En medio de una desaceleración en la creación de empleo y una tasa de desocupación más alta, los funcionarios señalaron que los riesgos para lograr su objetivo de estabilidad de precios y al mismo tiempo mantener un mercado laboral saludable están “más o menos equilibrados”.
Las acciones estadunidenses subieron después del anuncio, pero alcanzaron su punto máximo poco después de que Powell comenzara su conferencia de prensa. El S&P 500, que se mantuvo estable al principio del día, subió hasta 1.1 por ciento, superando brevemente su récord intradiario, pero cerró con una ligera caída durante el día.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro cayeron ligeramente. El de dos años, sensible a la política monetaria, bajó 0.06 puntos hasta 3.59 por ciento tras el anuncio.
En la última “gráfica de puntos” de los pronósticos de los funcionarios, la mayoría esperaba que la tasa de política monetaria cayera a un rango de entre 4.25 y 4.5 por ciento para finales de 2024, lo que sugiere otra gran reducción de medio punto en cualquiera de las dos reuniones que restan para este año o dos reducciones de un cuarto de punto. En general, se trata de una reducción significativamente mayor que la de un cuarto de punto que proyectó la mayoría de los funcionarios en junio, cuando se actualizó por última vez la gráfica.
Dos de los 19 funcionarios que hicieron estimaciones pensaron que la Fed debía esperar después de la reducción de ayer, mientras que otros siete pronosticaron solo un recorte más de un cuarto de punto este año.
Los responsables de la formulación de políticas también esperaban que la tasa de fondos cayera otro punto porcentual en 2025, terminando el año entre 3.25 y 3.5 por ciento. Para finales de 2026 se estima que caiga por debajo de 3 por ciento.
Al considerar recortes adicionales, el FOMC indicó que “evaluará los datos entrantes, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos”.
Algunos analistas dijeron que la decisión de la Fed apuntaba a preocupaciones subyacentes sobre la economía.
“El panorama es muy confuso”, dijo Jack Manley, estratega de mercado global de JP Morgan Asset Management. “Los datos macroeconómicos no son tan claros como nos hubiera gustado”. añadió.
“La Reserva Federal está analizando la economía y diciendo ‘estamos logrando más avances en materia de inflación de lo que pensábamos, pero creemos que el mercado laboral está empezando a resbalar y podría empeorar’”, sostuvo Manley. “Para mí eso no es una buena señal”.
La decisión es un hito para el banco central después de más de dos años de lucha contra la inflación, y un momento significativo en las elecciones presidenciales de este año.
La caída de los costos de endeudamiento será una bendición para la candidata demócrata Kamala Harris, cuya campaña se ha visto perseguida por la inquietud de los votantes por los altos costos de la vida, incluso cuando la economía estadunidense experimenta un auge.
El presidente Joe Biden dio la bienvenida a la medida de la Reserva Federal y escribió en X: “Acabamos de llegar a un momento importante: la inflación y las tasas de interés están cayendo mientras la economía se mantiene fuerte. Los críticos dijeron que eso no podía suceder, pero nuestras políticas están reduciendo los costos y creando empleos”.
El recorte se produce en un momento en que los funcionarios de la Fed están más seguros de que la inflación está bajo control y centran su atención en la salud del mercado laboral.
Después de alcanzar un máximo en 2022 de alrededor de 7 por ciento, el índice de precios de los gastos de consumo personal fue de solo 2.5 por ciento en julio, más cerca del objetivo de la Fed de 2 por ciento.
En los últimos meses el crecimiento del empleo se enfrió y otras medidas de la demanda, como las vacantes, también se desaceleraron, aunque son históricamente bajas las solicitudes de beneficios del seguro de desempleo.
Si bien la Fed dejó en claro que no quiere ver un mayor debilitamiento del mercado laboral, también le preocupa actuar con demasiada lentitud para aflojar su control sobre la economía reduciendo los costos de endeudamiento.
En las proyecciones publicadas el miércoles, la mayoría de los funcionarios pronostican que la tasa de desempleo alcanzará un máximo del 4.4 por ciento en los próximos dos años, por encima de su nivel actual de 4.2 por ciento y más alto que las estimaciones de junio, mientras que el crecimiento económico se estabiliza a una tasa de 2 por ciento durante los próximos años.
Los funcionarios también pronosticaron un contexto inflacionario más benigno, con el índice de precios de los gastos de consumo personal cayendo de nuevo al objetivo en 2026. La estimación promedio de la inflación “básica”, que excluye los volátiles precios de los alimentos y la energía, se revisó a la baja a 2.6 por ciento para este año, antes de caer a 2.2 por ciento y a 2 por ciento en los próximos dos años.