La BBC es más importante que nunca a pesar de la diversidad

El gobierno británico es solo el administrador temporal del servicio de radiodifusión pública y debe actuar como tal, es decir, mantener el financiamiento independiente y sin control político

Las noticias de la cadena tienen mayor alcance que las de cualquier medio de comunicación en Reino Unido. Shutterstock
Martin Wolf
Londres /

Es una medida deprimente del hombre del número 10 de Downing Street que reaccione a sus heridas autoinfligidas intentando destruir la BBC, la institución más respetada del país a escala mundial. Eso es lo que habría significado poner fin al canon en 2027, como propuso Nadine Dorries, secretaria de Cultura. El gabinete se rebeló contra esto, pero una mezcla de egoísmo y rencor pudo causar un gran daño. Todavía puede hacerlo.

Muchos afirman que los argumentos a favor de un servicio público de radiodifusión bien financiado se ven socavados por la proliferación de nuevos medios de comunicación. Otros dicen que la BBC es parcial. Algunos sostienen las dos cosas. Se equivocan, en ambos casos.

Sobre todo, los argumentos a favor del servicio público de radiodifusión se volvieron más poderosos en una época de proliferación de nuevos medios y servicios de noticias, no menos. El servicio público de radiodifusión ofrece tres bienes esenciales: una base de noticias compartidas, una institución capaz de pedir cuentas a las figuras poderosas y una cornucopia de bienes culturales. Algunos de ellos son de relevancia mundial: en una época de noticias falsas procedentes de Moscú y otros lugares, el BBC World Service es vital.

De acuerdo con el último informe sobre noticias digitales del Reuters Institute de Oxford, las noticias de la BBC tienen el mayor alcance de cualquier organización de noticias en Reino Unido, tanto fuera de línea (televisión, radio y prensa) como en línea. También es la marca de noticias más confiable. De los 46 países incluidos en el informe, son los estadunidenses, con los medios de noticias más fragmentados y divididos ideológicamente, los que menos confían en sus noticias. Esta es una de las principales causas y síntomas de las divisiones que ahora amenazan a la democracia de Estados Unidos.

Sin información confiable, la democracia se hunde. Se necesita capacitación y experiencia para generar esa información. Esto, a su vez, depende de instituciones con historias y valores arraigados. Los conservadores deben entender esto. La BBC es también una ganga, pues solo cuesta 0.2 por ciento del producto interno bruto.

Muchos en la derecha conservadora se quejan de la falta de imparcialidad de la BBC, sobre todo respecto al brexit. Estoy de acuerdo, aunque en la dirección opuesta: la determinación de la BBC de dar el mismo tiempo a los argumentos absurdos de los brexiters (personas a favor del brexit) y a los argumentos correctos de los remainers (personas a favor de seguir en la Unión Europea) fue letal. El hecho de que casi todo el mundo esté de acuerdo en que la BBC fracasó en la tarea fundamental de la imparcialidad demuestra que tuvo éxito. La obligación de ser imparcial en un momento de profundas divisiones es objetable para todos. De hecho, la BBC hizo más por convertir el referendo en un debate nacional, por muy defectuoso que fuera, que cualquier otra institución. Lo reconozco, aunque detesto el resultado.

Como dijo el difunto senador estadunidense Daniel Patrick Moynihan: “Tienes derecho a tu opinión, pero no a tus propios hechos”. La BBC ha contribuido a mantener nuestros debates nacionales más conflictivos anclados en una base de hechos. La existencia de cadenas emisoras de servicio público respetadas hace mucho más difícil que los políticos inventen hechos. Eso es algo de lo que carece EU. Mientras más divididos estén los países, más vital es esto.

El streaming y otras innovaciones transformaron el entorno. La BBC debe adaptarse a este cambio; sin embargo, como señaló el informe del comité selecto de la Cámara de los Comunes sobre El futuro de la radiodifusión de servicio público, publicado el año pasado, “en 2019, los organismos públicos de radiodifusión proporcionaron cerca de 32 mil horas de contenido originado en Reino Unido, mientras que Netflix y Amazon Prime combinados proporcionaron 164 horas”. El propio Netflix reconoce el papel de la BBC en la “construcción del perfil de Reino Unido creativamente”. La BBC desempeña un gran papel en el desarrollo de nuestra cultura moderna. ¿Alguien imagina que algo tan productivo pueda sustituirla?

Es razonable preguntarse si la BBC debe financiarse de otra manera. Hay otras opciones, en particular un impuesto sobre los hogares, como se utiliza en Alemania. Los gravámenes vinculados al impuesto municipal o incluso proporcionales a los ingresos, cuya tasa se fija para los próximos años, también pueden ser una opción.

Los principios fundamentales aún son válidos. Debemos mantener la BBC como un servicio público financiado de forma independiente y sin control político. Debe ser una institución permanente y encarnar los valores que la han sostenido un siglo y que han hecho que sea admirada y respetada en todo el mundo. Como declaró la comisión de la Cámara de los Comunes, “las emisoras de servicio público son una herramienta vital contra la desinformación en la era de las redes sociales, con noticias precisas, confiables y de confianza”.

En nuestra época de división, teorías de conspiración y mentiras, la BBC es más importante que nunca. Los cambios deben hacerse con cuidado y sobre una base multipartidista. La BBC le pertenece a todos. El gobierno es solo el administrador temporal. Su deber es actuar como tal.



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