Algunas encuestas muestran que Kamala Harris empieza a cerrar la diferencia con Donald Trump en ciertos estados columpio (en disputa). Otras muestran que es probable que sea una carrera muy reñida hasta el final, que decidirá —como las dos anteriores— en Wisconsin, Míchigan y Pensilvania.
Los lectores de Swamp Notes sabrán que estoy interesada en el corazón industrial por razones económicas, políticas y personales, por lo que he pasado mucho tiempo hablando con personas que están en el terreno, que saben lo que sucede en esos lugares.
Una de mis mejores fuentes de información política sobre la gente real en el corazón del país me llevó a una conversación fascinante con un amigo al que llamaremos Jim. Creo que la plática dice mucho sobre el lugar dónde estamos en esta elección y sobre lo que los demócratas en particular deben pensar antes y después de noviembre.
La historia es así: Jim es un orgulloso hijo de una familia de clase trabajadora de Filadelfia y un hombre cuyo negocio es asesorar a los propietarios de pequeñas empresas (republicanos y demócratas, personas que están contra Trump y devotos de MAGA). Este trabajo lo lleva por todas las ciudades, suburbios y comunidades rurales de Pensilvania. Jim proviene de una familia sindical y es un intelectual: un estudiante de historia, política y economía que se ha hecho amigo de algunos de los principales intelectuales públicos de Estados Unidos.
Mi fuente le preguntó a Jim: “¿En qué tipo de momento estamos ahora, políticamente? Parece un territorio inexplorado”.
Él respondió: “Es un momento único en una generación para que un político cambie el rumbo del futuro del país. Solo piénsenlo. Los trabajadores saben que las políticas de las últimas décadas los han fregado. No necesitan que les digan cómo van las cosas para ellos. Saben lo que está pasando. Trump llegó y les dice a todos que los hará sentir genial de nuevo. Lo sacaron por su incompetencia. Biden asumió y aprobó grandes proyectos de ley que generaron empleo y se enfocaron en la infraestructura y el cambio climático.
“Pero parece que no puede vender estos logros. ¿Por qué? Su edad es un factor, sin duda. Pero la razón principal —que yace en el estómago de todos los antiguos votantes demócratas que cambiaron a Trump— es que Biden nunca reconoció lo que ellos saben que es la verdad. Que durante décadas el Partido Demócrata abrazó las políticas republicanas de libre mercado, libre comercio, de ‘cada uno por su cuenta’ que los dejaron en graves aprietos financieros”.
Para Jim, la solución a esto es clara: hay que empezar con una disculpa y luego dar la bienvenida a la gente al Partido Demócrata. Jim cree que Harris puede hacer lo que Biden no pudo, pero para hacerlo, tendrá que adoptar un mensaje que desafíe a los asesores cautelosos que “¡son las mismas personas que la tienen en una empatada con el peor político de la historia!”.
Harris debe admitir los errores del Partido Demócrata para ganar en los estados columpio. ¿Cómo debe ser esa disculpa?
“Si yo escribiera sus discursos, comenzaría con: ‘No les estoy diciendo a ustedes, amigos, por quién deben votar. Estoy aquí para decirles que entiendo que los líderes del Partido Demócrata en el pasado los decepcionaron. Y como abanderada de este partido en el futuro, es mi responsabilidad presentar esas disculpas. Nuestro partido se construyó sobre los cimientos del New Deal del presidente Roosevelt, que creó la clase media.
“Pero a partir de la década de 1980 y hasta los últimos días de Donald Trump en el cargo, muchos líderes demócratas adoptaron políticas republicanas favorables a Wall Street que traicionaron a los estadunidenses de clase media y trabajadora. Incluso Joe Biden les dirá que votó por proyectos de ley de los que ahora se arrepiente. Estoy aquí para decirles que los líderes de nuestro partido se equivocaron, y Joe Biden y yo comenzamos a enmendar esas malas decisiones”.
Los lectores de Swamp Notes con conocimientos políticos pueden pensar ¿qué diablos? ¿Por qué debe disculparse Harris cuando está ganando terreno? ¿No debe solo promover las políticas a favor de los trabajadores que ella y Biden impulsaron y dejar las cosas como están? Algunos pueden pensar que no vale la pena hacer enojar a los donantes ricos de California para tratar de recuperar a los miembros de los sindicatos en el Valle de Mon (para más información sobre lo que está sucediendo allí y por qué es tan importante, lean mi columna de hoy).
Pero Jim dice que no; cree que para ganar en los estados columpio y volver a establecer a los demócratas como el partido de preferencia de los trabajadores en el futuro, “esta disculpa debe ocurrir primero. Sin ella, su campaña estará desperdiciando su talento y este momento único en la historia para restablecer la baraja para el Partido Demócrata como el partido de los trabajadores y la clase media”.
Para Jim, esto es relaciones humanas básicas. “Piensen en un matrimonio”, dijo. “Tienes una gran pelea con tu cónyuge, que digamos que es ciento por ciento tu culpa. Para enmendarlo, haces algo bueno por tu pareja, pero todos sabemos que si no nos disculpamos primero, el gesto amable sonará hueco porque no hubo responsabilidad por lo que hicimos mal. Estoy convencido, y la evidencia en las encuestas no demuestran que estoy equivocado, esa es la razón por la que los votantes no le dan crédito a Biden por sus logros”.
Jim tenía otro pedazo de sabiduría con el que estoy de acuerdo. “Hay que entender la psicología humana. Cuando se aprovechan de las personas vulnerables hay una dinámica única en la que esa ira regresa con mayor furia contra los que se suponía que eran sus defensores, quienes permitieron que ocurriera el daño, más que hacia las personas que realmente les causaron el daño. Donald Trump reconoce esto y lo ha aprovechado”.
Como han demostrado los sudafricanos, no se puede tener reconciliación sin verdad. Jim cree que la disculpa y una invitación a volver a casa pueden hacer que Harris gane la carrera. “La gente quiere volver a casa. Al menos 5 por ciento del electorado, que son antiguos demócratas, votaron por Trump y se inclinan por él en estos tres estados en disputa, saben en el fondo que están en mala compañía y están buscando a alguien que los reciba en casa.
“Harris tiene el carisma, la gracia y la calidez para hacer eso. Estos son atributos que da Dios que pueden mover montañas. Ella puede darles la bienvenida a casa y muchos vendrán”. Jim tenía un último punto bastante poético que vale la pena compartir.
“Booker T. Washington dijo una vez: ‘Arroja la cubeta al suelo donde estás’, porque hay agua debajo de nosotros. Harris necesita dejar caer la cubeta, disculparse, luego promocionar sus logros y los de Biden y lo que está por venir. Trump es una burbuja lista para estallar. El duro trabajo legislativo ya está en marcha. Una simple disculpa hará estallar la burbuja de Trump”. No necesitas consultores remunerados ni grupos de discusión para que te digan esto. Solo necesitas vivir aquí y conocer a la gente
Me suena bien. Peter, ¿qué le dirías a Jim?
Lecturas recomendadas
-Ideas interesantes de Mitch Daniels, el ex gobernador de Indiana, en The Washington Post, sobre cómo debe prepararse EU para un mundo posterior al dólar, dado el aumento de la deuda pública y el deseo de muchos países de alejarse del dólar como reserva. Esto no es inminente, pero los lectores sabrán que comparto las preocupaciones de Daniels. (vean mi primer artículo sobre el tema de 2020).
-Un artículo de The New York Times sobre la ciencia de la inflamación y por qué está detrás de tantas enfermedades.
-Estoy de acuerdo con mi colega Janan Ganesh en que Europa no corre peligro de superar a EU en términos de crecimiento, y también recomendaría a los políticos europeos que leyeran la opinión de mi colega Martin Wolf sobre el informe de Draghi.
Peter Spiegel responde
Rana, no estoy de acuerdo con Jim, pero ya antes dejé claro aquí que no creo que un cambio de política hacia una perspectiva más proteccionista sobre el comercio y los mercados sea una buena política para Harris. Me intriga más la sugerencia de una disculpa política como táctica de campaña. La historia moderna sugiere que no siempre es una medida popular.
Mucho depende de qué tan grande sea el error. Bill Clinton se disculpó por su romance con Monica Lewinsky, pero los votantes consideraron que el pecado era tan grande ―y sus mentiras al respecto fueron tan extensas― que difícilmente se lo considera una jugada maestra política. La reputación de Clinton nunca se recuperó y todavía es una figura controvertida en algunos sectores del Partido Demócrata, más en una era moderna en la que un líder masculino poderoso que tiene relaciones inapropiadas con un subordinado se considera una transgresión que amerita despido.
En contraste, la decisión de Barack Obama de disculparse por el lanzamiento fallido de healthcare.gov, el portal de internet creado para registrarse en nuevos planes de seguro bajo el esquema Obamacare, fue una expresión de arrepentimiento por un pecado pequeño. Sí, las consecuencias fueron horribles para los estadunidenses que perdieron su seguro médico gracias a un sitio web defectuoso, pero nadie pensó que la culpa fuera de Obama y fue un asunto menor en el gran panorama de la gobernanza. La popularidad de Obama se recuperó y Obamacare ahora es popular.
Dos décadas de ortodoxia política demócrata es algo muy grave por lo que pedir perdón. Muy importante, en mi opinión. También puede resultar contraproducente de manera espectacular. Trump está tratando de pintar a Harris como una liberal a favor de un gobierno grande, de San Francisco, y muchos de los “Jim” con los que he hablado en estados columpio se muestran renuentes a apoyarla por esa razón. Pedir disculpas públicas por una política económica que es considerada como moderada y centrista no va a ayudar a superar la narrativa de Trump.
Jim, lo siento. Como periodista, creo que una disculpa grande y dramática por el giro centrista del Partido Demócrata en la política económica desde el gobierno de Clinton sería una gran historia, más para Financial Times. Pero también sería una mala política.