El Senado estadunidense aprobó anoche elevar el techo de deuda pública tras una votación de 63 a 36, luego de alcanzar un acuerdo fiscal bipartidista impulsado por el demócrata Chuck Schumer y que evitó a Estados Unidos caer en un impago histórico. Ahora solo falta que el presidente Joe Biden firme la ley para promulgarla y conjurar la debacle.
El impulso del Senado, controlado por miembros del Partido Demócrata, se produjo un día después de que la Cámara de Representantes, liderada por los legisladores republicanos, aprobara por abrumadora mayoría una ley que eleva el límite de endeudamiento de Estados Unidos y establece topes al nuevo gasto público.
Horas antes de la votación, el líder demócrata Chuck Schumer dijo que la Cámara baja se mantendría en sesión hasta la aprobación del proyecto de ley sobre el techo de deuda, en medio de las esperanzas de que la legislación pudiera aprobarse a finales de esta semana y evitar un impago histórico de Estados Unidos.
Schumer, líder demócrata del Senado, instó a los legisladores a dar un último “empujón” para terminar con la amenaza del impago.
Después de su aprobación el presidente Joe Biden lo convertirá en ley antes de la inminente fecha límite del 5 de junio, cuando Estados Unidos corría el riesgo de quedarse sin dinero para pagar sus facturas.
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Los legisladores a menudo intentan salir de Washington durante el fin de semana para regresar a sus distritos electorales, y la decisión de Schumer de mantener el Senado en sesión se consideró un intento de hacer aprobar la ley en cuestión de días.
“Espero que muy pronto podamos terminar el trabajo de dejar atrás el incumplimiento de pagos”, dijo Schumer.
El líder demócrata dio previo a la votación que “esto es lo mejor que podemos hacer ahora mismo por nuestra economía y por las familias estadunidenses. Soy optimista y creo que el Senado va a conseguirlo, pero también hará falta un nuevo impulso concertado, centrado y bipartidista para superar la línea de meta”.
La fuerte votación bipartidista en la Cámara de Representantes, con 314 legisladores que votaron a favor y 117 que rechazaron el proyecto de ley, sumó impulso a sus posibilidades de pasar con rapidez por el Senado a finales de esta semana.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se vio obligado a recurrir a los votos demócratas para sacar adelante la ley después de una rebelión considerable de legisladores de su propio partido.
Para aprobar la ley, Schumer tendrá que llegar a un acuerdo de procedimiento con Mitch McConnell, el principal congresista republicano del Senado, para evitar que la legislación se retrase o quede empantanada por los intentos de modificarla.
Hay varios senadores de ambos partidos que se oponen al acuerdo o a algunos de sus aspectos. A Lindsey Graham, senador republicano por Carolina del Sur, le preocupa que pueda llegar a limitar el gasto en defensa en el futuro. Los dos senadores demócratas por Virginia, Tim Kaine y Mark Warner, se oponen a la inclusión de última hora en el pacto de una disposición que acelera el financiamiento de un polémico gasoducto de gas natural.
El senador progresista Bernie Sanders dijo que votaría contra el acuerdo porque recorta el gasto sin subir los impuestos a los ricos.
Cualquier enmienda a la ley tiene que superar un umbral de 60 votos, una meta que parecía difícil de alcanzar, ya que Schumer y McConnell se comprometieron a aprobar el proyecto de ley sin cambios de la manera más rápida posible.
Cualquier cambio hubiera devuelto la legislación de regreso a la Cámara de Representantes, haciendo casi imposible que la ley se promulgara a tiempo.