El presidente Donald Trump esquivó un choque inmediato con la Unión Europea y Japón en el tema de comercio al aplazar hasta por seis meses una decisión de imponer aranceles a los coches y autopartes, de acuerdo con personas familiarizadas con el asunto.
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El retraso propuesto por la administración Trump es simplemente un respiro para los funcionarios en Bruselas y Tokio, al igual que para los ejecutivos de la industria automotriz que serían los más afectados por esta acción, debido a que la amenaza de Washington de aplicar los impuestos se mantendrán en la mesa durante la mayor parte de 2019.
La mayoría de los cabilderos de la industria esperaban que Trump retrasara la imposición de aranceles automotrices, o que los anunciara y luego los suspendiera, con el fin de evitar un estallido en las relaciones comerciales con la Unión Europea y Japón en medio de la intensificación de la disputa comercial que tiene Estados Unidos con China.
“No puedes pelear en múltiples batallas comerciales al mismo tiempo. Tienes que decidir quién es tu mayor enemigo”, dijo un ex funcionario de comercio de EU quien le ha dado seguimiento a las deliberaciones sobre los aranceles a los automóviles.
Las acciones en las automotrices y los proveedores de Estados Unidos y Europa subieron con la decisión del retraso de los aranceles. El índice Stoxx 600 Automobile and Parts subió 1.8 por ciento, con lo que se dio marcha atrás a una caída de 2.1 por ciento. Porsche y Daimler, el propietario de Mercedes-Benz, subieron 3.3 y 2.4 por ciento, respectivamente, registraron algunas de las mayores ganancias.
General Motors, Ford y las acciones de Fiat Chrysler que cotizan en Estados Unidos, eliminaron sus pérdidas para operar a niveles más altos. El índice S&P 1500 Composite Auto Manufacturers subió 0.8 por ciento.
Aplazar la decisión sobre los aranceles automotrices marca la más reciente apuesta de la administración Trump sobre el tema.
La mayoría de los funcionarios de comercio y economía —con la excepción de Peter Navarro, el asesor de fabricación de la Casa Blanca— se mostraban escépticos sobre los aranceles automotrices en esta etapa, y presentaron argumentos en su contra de manera interna, de acuerdo con personas con conocimiento de las discusiones.
Sin embargo, Trump presentó públicamente y en repetidas ocasiones la amenaza de los aranceles a los automóviles contra la Unión Europea y Japón desde que asumió la presidencia.
La decisión de imponer aranceles a los automóviles casi sin duda habría hecho estallar las relaciones comerciales con la Unión Europea y Japón, y otros aliados, entre ellos Corea del Sur. El gobierno de Trump inició negociaciones comerciales con Bruselas y Tokio, y si bien las conversaciones con la Unión Europea se estancaron, las que lleva a cabo con Japón avanzan con más rapidez.
Mientras el gobierno de Trump intentaba evitar una nueva y severa pelea con la Unión Europea y Japón, sus funcionarios intentaron resolver una disputa con Canadá y México sobre los aranceles que se impusieron al acero y aluminio de esos países el año pasado. Chrystia Freeland, la ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, estuvo en Washington el miércoles para reunirse con Robert Lighthizer, el representante de comercio de EU. Un funcionario cercano a las negociaciones dijo que ningún acuerdo era inminente.
La decisión de retrasar una decisión sobre los aranceles a los automóviles podría ayudar a aliviar la ansiedad en el Capitolio sobre el impacto que podrían tener las políticas comerciales antagonistas de Trump en la economía y los mercados de Estados Unidos. A muchos legisladores de los dos partidos les preocupa que los aranceles en el sector automotriz tengan graves repercusiones en la economía, sobre todo porque también van a cubrir las autopartes.
Las empresas extranjeras que operan en Estados Unidos —desde Daimler, BMW y Volkswagen hasta la japonesa Toyota y la coreana Kia— resultarían perjudicadas por los aranceles, pero las automotrices estadunidenses también se oponen a ellos.
“Claramente no nos impactarían tanto debido a nuestra profunda presencia en Estados Unidos, pero sin duda sería un costo; no creemos que sea una buena política pública o buena para la industria, o buena para el país”, dijo Matt Blunt, quien encabeza el American Automotive Policy Council, que representa a General Motors, Ford y Fiat Chrysler.
Bloomberg News fue el primero en informar sobre el aplazamiento de seis meses, luego de que se realizó una reunión el martes entre funcionarios de comercio y economía de EU.
INDUSTRIA CAE
DEBILIDAD
La producción industrial en Estados Unidos volvió a mostrar signos de debilidad en abril al caer un 0.5% mensual.
FALLAN EXPERTOS
Expertos esperaban un alza de 0.1% en la producción industrial, que, en cambio, registró por sexto mes consecutivo un desempeño débil.
TAMBIÉN BAJA
El sector de manufacturas, foco de la política económica de Trump, también mostró una baja del 0.5% en el cuarto mes del año.
MAQUILAS
Vehículos y piezas, maquinaria, equipos eléctricos y electrodomésticos fueron los que más afectaron el resultado de la maquila.
ADVERTENCIA
Economistas han encendido alarmas sobre una ralentización económica, pese a que Trump presume los resultados del primer trimestre.
MRA