BBVA México aseguró que emplear los fondos de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) y el de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (Feief) durante este año dejará vulnerables las finanzas públicas ante eventuales choques económicos internos y externos que afecten los ingresos presupuestarios de 2021.
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En una nota elaborada por Carlos Serrano y Arnulfo Rodríguez, economistas del banco, señalaron que este año los fondos enfrentarán reducciones significativas ante el uso que se les da para compensar el faltante de ingresos por la pandemia, que BBVA México estimó en 100 mil millones de pesos, y para compensar parcialmente la pérdida esperada en recaudación tributaria.
A finales de enero de este año, Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, mencionó que se podrían usar 80 mil millones de pesos del FEIP si el crecimiento económico era menor a la expectativa de 2 por ciento que tenía el gobierno federal para 2020.
“No obstante, prevemos que la grave crisis económica derivada de la pandemia se reflejará en una caída de 10 por ciento del PIB real y en una pérdida de ingresos tributarios por 338 mil 842 millones de pesos”, indicó el banco; lo que consideró un escenario más negativo al que previó el subsecretario que hizo esas declaraciones.
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“El gobierno federal enfrenta un panorama muy complicado en materia de finanzas públicas para 2020 y 2021. La activación del FEIP y Feief ante los menores ingresos tributarios y petroleros de este año provocará que ambos fondos experimenten una drástica reducción en sus saldos. Lo anterior se traducirá en una mayor vulnerabilidad de las finanzas públicas ante choques externos o internos que afecten la evolución de los ingresos públicos en 2021”.
Destacó la necesidad de replantear el funcionamiento de los fondos de emergencia, que han acumulado recursos en años en los que el gobierno federal incurrió en déficits públicos, para usarlos solo en caso de contracciones económicas, es decir, que tengan un fin contracíclico.
“El gobierno se ha endeudado para ahorrar, lo cual solamente hará sentido financiero si se tuviera la certeza de que los rendimientos de las inversiones de esos fondos fueran mayores al costo de emisión de la deuda soberana. Si esto no fuera el caso, se deberá hacer un replanteamiento de su funcionamiento”, explicó BBVA México.
RECUPERACIÓN HASTA 2025
Aunque en 2021 se espera un rebote en la dinámica económica y en el empleo, regresar a los niveles de 2018 tardará varios años, hasta 2025; el reto de México es restaurar la senda de crecimiento mediante un plan que lo impulse, así como mejorar el ambiente de inversión, advirtió Scotiabank.
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En videoconferencia para comentar las perspectivas económicas del segundo semestre del año, el vicepresidente de análisis económico para América Latina de Scotiabank, Eduardo Suárez, indicó que las proyecciones apuntan a que la economía mexicana caerá 9.1 por ciento en 2020 y en 2021 tendrá una recuperación de 3.1 por ciento, cifras que ya consideran la intermitencia de la pandemia.
En el tema del empleo, comentó, no se trata solo del número de desocupados pues éste rebotará, sino de su calidad, la cual si no se recupera al nivel precrisis, no mejorará, por ello es que es necesario volver al crecimiento, pues éste estará sustentado en el nivel de ingresos del país.
Detalló que otro problema es que la inversión es muy baja, en niveles “sin precedentes, y recuperarla es importante porque es la que determina la generación de empleos y el mercado laboral ha tenido un golpe no visto en 100 años.
MALAS CONDICIONES CREDITICIAS
El Banco de México afirmó que las empresas que en el segundo trimestre de 2020 buscaron un financiamiento en la banca comercial como consecuencia de la pandemia, se encontraron con condiciones desfavorables, esto a pesar de iniciar una serie de medidas para dotar de más liquidez al sistema financiero y fortalecer sus canales de otorgamiento.
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El Informe Trimestral “Evolución del Financiamiento a las Empresas” reveló que los proveedores siguen como la principal fuente de crédito de las empresas, con 77.7 por ciento de preferencia en el periodo referido, contra 30.8 de las que acudieron a la banca comercial, y 20.9 por ciento para otras fuentes de financiamiento, como otras empresas del grupo corporativo y/o la oficina matriz.
CLAVES
CONSUMO
En julio de 2020 la confianza del consumidor fue de 34.4 puntos, 2.4 más que la registrada en junio y la más alta durante los meses de la contingencia sanitaria, de acuerdo con cifras del Inegi y Banxico.
MOTIVOS
El Inegi señaló que la confianza del consumidor de julio se vio afectada por la baja percepción de la posibilidad de consumo de bienes duraderos, así como de la situación económica actual del país.
DIFERENCIA ANUAL
En comparación con julio de 2019, la confianza del consumidor fue menor en 8.9 puntos, pero el descenso es menor a la caída de junio de 2020 contra junio de 2019 (11.7 puntos).
A FUTURO
Las expectativas para los próximos 12 meses en lo que respecta a la situación económica de los hogares y la condición económica del país hay una mejor percepción con 48.2 y 43.2 puntos respectivamente.