La recaudación de impuestos estatales en Tamaulipas presenta una mayor contribución por juegos y sorteos, con cifras que superan lo obtenido por hospedaje, a pesar del aumento de turismo en los últimos años al estado, particularmente a los destinos naturales, por encima de los 8 millones de personas.
En el análisis realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), referente a las aportaciones que realizan los ciudadanos en las respectivas regiones donde habitan o bien cuentan con alguna actividad etiquetada con un gravamen, la problemática principal que enfrentan las finanzas públicas se encuentran en la dependencia de las participaciones federales.
Referente al territorio en el noreste del país, por la participación en loterías, rifas, sorteos y juegos permitidos, los ganadores en total entregaron 120 millones de pesos, para ser el cuarto en la lista nacional, encabezada por Baja California al obtener 521 millones de pesos, seguido de Nuevo León y Ciudad de México con más de 300 millones de pesos.
El panorama con el Impuesto sobre el Hospedaje es diferente. Por este concepto, la Secretaría de Finanzas se lleva una cantidad inferior a los 20 millones de pesos anuales captado por los hoteles y en el tabulador nacional es el puesto 18, superado por estados sin playas, como Chihuahua y Coahuila.
De acuerdo a la Secretaría de Turismo, en el 2021 arribaron 8.5 millones de paseantes a todos los destinos de playa, pueblos mágicos y ciudades en el estado, casi cerca de los 9 millones del 2019, cifra récord en los recientes 6 años.
Recuperación anual
En términos globales, Tamaulipas logró más de 4 mil 591 millones de pesos por impuestos exclusivos para su entidad, señaló la asociación civil a través de los reportes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Prácticamente el 80 por ciento del monto antes señalado fue por el Impuesto sobre la Nómina y se ubicó en el top 10 de mayor recaudación.
Con lo anterior, cada contribuyente aporta a las finanzas del gobierno del estado un promedio anual de mil 300 por persona, muy lejos de la Ciudad de México, 6 mil pesos por ciudadano.
“Las entidades federativas tienen una alta dependencia de las transferencias federales y en consecuencia tienen poca autonomía fiscal. Las asimetrías en cuanto a la recaudación y la dependencia a la federación son evidentes, pero, en pequeña o gran medida, los estados se han acostumbrado a la recepción de transferencias federales”, expuso el Imco.
Por esta razón, explicó que el problema con esta composición de ingresos es, al momento de gastarlos, la mayor parte de los recursos tiene un destino o propósito determinado y elimina la posibilidad que el gobierno estatal lleve a cabo la implementación de su planeación sexenal y las políticas públicas correspondientes.