Hay lucha anticorrupción, no ‘genes de la honradez’: José Ángel Gurría

Deben trabajar en los sistemas y controles, y en la transparencia de las licitaciones donde se dan muchas corruptelas, dice el secretario de la OCDE.

El mexicano también habló del papel fundamental de la banca de fomento en la región. (Especial)
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) advirtió que ante la pandemia del covid-19 estamos en una coyuntura difícil, pero particularmente América Latina y el Caribe ya estaba en problemas, con desaceleración y bajo crecimiento, además de situaciones de gobernanza y corrupción, y ante eso último no hay países genéticamente más honrados que otros, lo que tenemos son controles y sistemas para combatirla.

“En el tema de la corrupción, no hay nadie de ningún país que sea genéticamente más honrado que otro, lo que tenemos son controles y sistemas, y el peligro de que si uno hace algo indebido, lo pesquen a uno y lo castiguen; entonces en lo que hay que trabajar es en los sistemas, en los controles, en lo que hay que trabajar es en la transparencia de las licitaciones que es donde generalmente se dan muchas corruptelas”, indicó el secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría.

“Lo digo porque ni en Japón ni en Turquía ni el Italia ni en México ni en Estados Unidos ni en Inglaterra son genéticamente más honrados o menos honrados, lo que hay son tradiciones, culturas y basadas en sistemas, en eso tenemos que trabajar”, afirmó durante su participación en el foro virtual Claves para repensar el presente y futuro de América Latina, organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), como parte de su 50 aniversario.

Dijo que ante este contexto, en la región hay descontento en la sociedad porque la población siente desconfianza ante una situación de privilegiados que pueden sacar el dinero del país y que evaden impuestos, y grandes empresas que no pagan sus contribuciones, pero donde las pequeñas y medianas sí están sujetas a controles. 

Este descontento, abundó, se manifestó antes de la pandemia en que se registraran movimientos en contra y se dio un momento, prácticamente generalizado, de manifestaciones de todos los que habían quedado fuera de los beneficios, en temas como salud, educación, calidad del trabajo, así como de destrezas, habilidades y competencias.

“Estos enojados ponen en un serio peligro a nuestras democracias, ya estamos viendo que de repente la gente dice: por el cambio, y de repente en el cambio no necesariamente toman decisiones reflexivas y en donde evalúen sus consecuencias; por lo tanto, tenemos resultados que obviamente dejan qué desear”, afirmó el titular de la OCDE.

Además, América Latina y el Caribe tiene problemas muy serios de competitividad y productividad y, con todo, llegó la pandemia del covid-19, donde las pequeñas y medianas empresas están en grave peligro.

RIESGO EMPRESARIAL

En el mismo foro, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mostró su preocupación porque la crisis del covid-19 deje en los países de la región a una población más hambrienta, debido a las grandes brechas estructurales que ya se venían arrastrando y que pueden llevar a una década perdida, con la desaparición de 2.6 millones de empresas.

“Preocupa que la región puede salir de esta crisis más endeudada, más pobre, más hambrienta, con alto desempleo y sobre todo enojada”, indicó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena.

Esta crisis puede llevar a un retroceso de 13 años, pues lo que se está enfrentando son décadas de privatización y mercantilización, por ejemplo, dijo, de los servicios de salud, cuando no se sabe qué va a pasar con la pandemia.

Dijo que se está enfrentando la recesión más grande de la historia, con un aumento de pobreza de 215 millones de personas y 16 millones en pobreza extrema, que puede llevar a una crisis alimentaria. Añadió que la crisis golpea a una estructura productiva y empresarial con muchas debilidades y una heterogeneidad estructural terrible, donde los más afectados serán pymes turísticas y de comercio, con un cierre de 2.6 millones de empresas formales, una fuerte pérdida de empleo y más informalidad.

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MÁS PERSONAS EN POBREZA EXTREMA

El FMI estima que la pandemia llevará a que 100 millones de personas caigan en pobreza extrema, borrando todos los avances de los últimos tres años para reducción de la pobreza. En un blog, su directora gerente, Kristalina Georgieva, dijo que las acciones deben enfocarse en estímulos fiscales adecuados y empoderar la educación.

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