Pesca ilegal y excesiva, cambio climático, acidificación de los mares y una acelerada pérdida de biodiversidad son algunas amenazas que enfrentan los océanos y que deben ser atendidas con urgencia para garantizar el bienestar humano, por lo que México y 13 países más que conforman el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible (Ocean Panel), se comprometieron a hacer un manejo sustentable de sus aguas nacionales al ciento por ciento hacia 2025.
Asimismo, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ofreció aplicar metas y estrategias ambiciosas para conservar la riqueza de los mares e impulsar una economía sostenible, con el objetivo de revertir el daño y abandono de los últimos años.
El panel está integrado por los gobiernos de Australia, Canadá, Chile, Fiyi, Ghana, Indonesia, Jamaica, Japón, Kenia, México, Namibia, Noruega, Palaos y Portugal, quienes luego de dos años de investigación y discusiones emitieron 74 recomendaciones para lograr una economía oceánica sostenible, ante el reto de alimentar a 10 mil millones de personas hacia 2050, mejorar las condiciones de vida y asegurar la salud del planeta.
Martha Delgado, subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de Relaciones Exteriores, dijo que tras la pandemia el país tiene que basar su recuperación en la sustentabilidad a largo plazo, por lo que México ya está diseñando un programa nacional para expandir y fortalecer los refugios pesqueros.
“La estrategia de recuperación tiene que estar basada en sustentabilidad a largo plazo, y para lograr esto creemos que hay que invertir en una economía azul sustentable, priorizando las comunidades locales para que los océanos continúen siendo su fuente de bienestar”, señaló.
El acuerdo también describe políticas y mecanismos para facilitar el uso sostenible del océano, para lo cual los 14 gobiernos disponen de 90 billones de dólares para aplicar durante la próxima década únicamente en infraestructura en la costa, basado en principios y estándares mundiales.
Tan solo en 2010 la economía oceánica representó 1.5 billones de dólares —de acuerdo con cifras de la OCDE—, de los cuales dependen el turismo, la pesca y la maricultura, así como otros sectores como el petróleo y el gas en alta mar, puertos y equipo marítimo.
Entre las acciones prioritarias del plan oceánico sostenible, se recomienda eliminar la pesca ilegal, fortalecer el control y la vigilancia, así como permitir una mejor colaboración entre todas las partes interesadas en la cadena de suministro.
Además, en el acuerdo se estableció la prohibición de subsidios perversos para las pesquerías que contribuyan a la sobrecapacidad, la pesca excesiva e ilegal; invertir en proyectos de investigación para ayudar a que todas las formas de energía renovable basada en el océano —incluidas la eólica, de olas, de marea, de corrientes, térmica y solar— sean competitivas en cuanto a costos, accesibles para todos y ambientalmente sostenibles.
ledz