De acuerdo con la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), los precios de la canasta básica han aumentado de febrero a marzo hasta 81.82 por ciento. Para marzo, la tendencia inflacionaria rebasa los pronósticos llegando hasta 4 por ciento y a 62 por ciento de la población no le alcanza para comprar los productos de la canasta básica, lo cual puede catalogarse como un tema de seguridad nacional.
“Están por las nubes los precios de las proteínas (puerco, res, pollo, mariscos); granos (frijol, maíz, lentejas, arroz, habas); frescos (tomate, limón, chiles, aguacate); abarrotes (atún, harina, azúcar); de higiene y aseo personal”, apuntó Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de ANPEC.
Afirmó que es un aumento generalizado de precios en el mercado y prácticamente no hay un segmento que no lo haya resentido, acabando de complicar al poder adquisitivo de los consumidores. “A la gente no le alcanza para comprar los productos de la canasta básica, 62 por ciento de los mexicanos no tienen para comprar los alimentos esenciales”.
Debido a esto -explicó- los consumidores mudaron su consumo a los productos genéricos y a granel, los cuales son de menor calidad y ofrecen mayor merma, pero es lo que pueden comprar y les permite mantener su consumo esencial.
A partir de este mes -añadió- la carrera alcista también ha tocado a este segmento y han elevado sus precios hasta 10 por ciento, de tal forma que ya no son tan asequibles y los consumidores no encuentran a dónde hacerse, por lo que cada vez dejan de adquirir más productos esenciales, sacrificando la calidad de su alimentación diaria.
“Esta crisis alimentaria es la factura económica que nos está cobrando la pandemia de covid-19; en 2021 enfrentamos esta secuela que pega en la zona hepática de nuestras vidas, ya que la gente se ve obligada a cercenar su consumo y debilitar su alimentación. No debemos olvidar que se puede dejar de comprar cualquier cosa menos los alimentos porque nadie puede dejar de comer ni vencer al hambre”.
El anuncio que hiciera el Banco de México de que la inflación se dispararía en el segundo trimestre de este año -expresó- lamentablemente está ocurriendo, ya que en enero fue de 3.54 por ciento, en febrero de 3.84 ciento y marzo 4 por ciento, debido al incremento de las gasolinas cuyo precio rebasa los 20 pesos por litro, factor que encarece el abasto y suministro de los productos en el mercado nacional.
Otros factores que animan este proceso inflacionario -refirió- son la inestabilidad de la paridad del peso frente al dólar, el factor estacional y las restricciones comerciales por la pandemia. “Este coctel genera las condiciones para la carestía de la vida en México; no es un asunto menor, al contrario, es un foco amarillo en la agenda nacional”.
Por ello, hizo un llamado al gobierno federal y a las fuerzas productivas del país a coordinarse y encontrar la mejor manera de ayudar a la población más vulnerable y desprotegida del país para que logren solventar los gastos que deriven de su manutención.
“Si la gente no tiene con qué comer, no podremos hablar de reactivación ni futuro alguno y de lo que seguramente estaremos hablando será de un pasaje de ingobernabilidad social”.
Por estados y precios
De acuerdo con el monitoreo mensual de la ANPEC de los precios de los productos de la canasta básica de 15 de febrero al 15 de marzo en CdMx, Tlaxcala, Jalisco, Nuevo León, Querétaro, Guanajuato, Estado de México y Tabasco, los productos elevaron sus precios fueron:
- 81.82 por ciento, limón.
- 80 por ciento, aguacate.
- 42 por ciento, chile serrano.
- 57.59 por ciento, frijol.
- 57 por ciento, tomate.
- 50 por ciento, lentejas.
- 23 por ciento, azúcar.
- 16 por ciento, huevo.
- 11 por ciento, tortilla.
- 5.56 por ciento, harina de trigo.
KVS