El presidente de la Asociación de Bares y Restaurantes (ASBAR) del Estado de México, Patricio González Suárez, señaló que si bien este fin de semana tuvieron buena afluencia de personas con motivo del Día de las Madres, la torrencial lluvia que se registró entorpeció las celebraciones en algunos municipios.
Recordó que el 10 de mayo es la fecha más importante para el sector restaurantero y a diferencia del año pasado, en el que solo pudieron vender alimentos para llevar y a domicilio, en esta ocasión les permitieron aforos de 50 por ciento, por lo que estiman una derrama de 500 millones de pesos.
“El año pasado solo alcanzamos ventas de 15 por ciento en comparación del 2019, donde obtuvimos mil millones de pesos. De los 500 millones que esperamos, 300 serán en el Valle de México y 200 para el Valle de Toluca”.
Recordó que de los 76 mil negocios dedicados a la venta de alimentos y bebidas en el Estado de México, aproximadamente 10 mil han cerrado definitivamente. De los 360 mil empleos directos que generaba el sector antes de la pandemia se han perdido 60 mil. Además de que el giro de bares, discotecas y salones de baile siguen cerrados.
Al respecto, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac) en la entidad, Mauricio Massud Martínez, refirió que 90 por ciento de los comensales optaron por reservar un espacio para evitar esperar, aunque también hubo quien acudió de último minuto. Los desayunos y las comidas fueron los más demandados, y hubo una disminución en el servicio para llevar.
“El consumo local ha sido bueno y ha creado conciencia en la clientela, es ahí donde la gente está reservando y consumiendo, aunado al cuidado que se ha dado a los espacios para prevenir contagios”.
La ampliación de los aforos con el semáforo amarillo -expresó- ha ayudado al sector a mejorar sus ingresos en las últimas semanas y recuperar sus ventas de la noche con las cenas. “Vamos bien paso a paso”.
El sábado y domingo -finalizó- tuvieron buena afluencia y este lunes estuvieron al tope, según el aforo permitido, en sus reservaciones, respetando en todo momento el protocolo de sana distancia. “La gente respondió bien e hizo todo en base a reservaciones, lo cual facilitó la organización y el control de los clientes”.
KVS