El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) en el Valle de Toluca, Mauricio Massud Martínez, recordó que de 80 expedientes que ingresaron para acceder a recursos del programa Impulso para el Desarrollo de Industrial y Regional Nacional Financiera (Nafin), para hacer frente a los estragos de la pandemia por covid-19, solamente 10 salieron adelante.
“Es un porcentaje alarmante porque todas las mipymes, que incluyen a los restaurantes, requieren ese capital de trabajo forzosamente para de alguna manera arrancar operaciones, especialmente, porque hay que hacer reconversiones para cumplir con los protocolos sanitarios, pero sin un apoyo real se complica más”.
Sin duda alguna la industria restaurantera y el turismo en general fueron los más golpeados por la pandemia y ahora vienen los meses por sufrir, por ello es necesario ser muy inteligentes. Hoy son necesarias políticas públicas encaminadas a la reactivación económica más rápida, donde el consumo local es primordial, lo mismo que la mejora regulatoria, sin esos elementos –dijo- no podrán salir adelante de la crisis por covid-19.
“No solo es abrir las puertas y esperar que tendremos ventas del 30 por ciento, en promedio tenemos ventas del 15 por ciento, situación que se alargará probablemente hasta octubre o septiembre”.
Asimismo, resaltó que están armando un frente en el Congreso de la Unión para que la deducibilidad en los negocios sea al 100 por ciento.
Por otra parte, Massud Martínez señaló que la propuesta de gravar las propinas en restaurantes y bares con el fin de incrementar los niveles de recaudación que actualmente se tienen no sólo es inviable sino también ilegal.
Aseguró que es una medida que se contrapone legalmente, pues mientras la ley de la Procuraduría Federal del Consumidor prohíbe el cobro de propinas, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pretende hacer el cobro de impuestos por ellas. “Para aplicarse es necesario el hacer la modificación legal de los estatutos de la Profeco y entonces determinar cuál será el porcentaje que podría cobrarse”.
Adicional a esto es una medida que afectaría de forma significativa los ingresos de trabajadores de cocina como garroteros, cocineros y meseros ya que hasta el 80 por ciento de sus ingresos son precisamente de las propinas asignadas por los clientes.
“Uno de los puntos adicionales que debe considerarse es que en realidad no se puede tener certeza más que del 40 por ciento del pago de propinas que se hace y esto es a través de los cobros con tarjeta de crédito, pues en realidad hasta el momento cerca del 60 por ciento de los consumos que se hacen en restaurantes y bares sigue siendo con pagos en efectivo”.