Por: Samuel Ponce de León R.
Ilustración: Víctor Solís, cortesía de Nexos
La pandemia de SARS-COV-2 /covid-19 pronto cumplirá un año en un curso de transmisión que crece sin cesar. En todos los continentes los casos se multiplican con una grave carga de enfermedad (covid-19) que resulta en una alta demanda de atención médica, muy por arriba en ocasiones de las capacidades asistenciales. En México este próximo diciembre estaremos contando un millón de infectados (comunicación personal de Gustavo Cruz, UNAM) y más de 100 000 fallecimientos. En el mundo estaremos cerca de los 50 millones de infectados. Enfermedad, muertes, crisis económica, y desafortunadamente, una continuada polarización social que se alimenta de la gravedad de la epidemia y se desarrolla a la sombra de una organización informativa que desconoce los tópicos relevantes de epidemiología y salud pública, volcada sin embargo, en palabras flamígeras. La crítica pobremente fundada desinforma y los mensajes, que deberían ser claros y contundentes, se vuelven motivo de conflicto y el público se extravía. Las visiones se sesgan y el sectarismo incluso desde personajes que presumen de nobleza y objetividad prevalece y distorsiona la realidad.