Inversiones en 2026: la necesidad de decidir de manera inteligente

Ciudad de México /

El 2026 se acerca con una fuerza transformadora que ningún inversionista puede ignorar: la inteligencia artificial (IA) está en el centro del debate global y redefine las reglas del juego financiero. El reciente Foro de Perspectivas 2026 de BlackRock Investment Institute dejó claro que la construcción y expansión de la IA será el motor de los mercados, pero también el origen de nuevos desafíos y oportunidades que los inversionistas deben tomar en cuenta.

La IA ha impulsado a las bolsas a máximos históricos, pero su desarrollo enfrenta límites concretos, sobre todo en energía. Las proyecciones sobre la demanda futura de electricidad para centros de datos y chips de IA son enormes y llenas de incertidumbre. ¿Cómo se cubrirá esa necesidad? La respuesta está lejos de ser obvia y se conecta con la competencia estratégica entre EU y China, ambos luchando por liderar la revolución tecnológica y asegurar recursos críticos como tierras raras.

Para México, este entorno global abre oportunidades únicas. El país cuenta con importantes reservas de cobre y litio, además de una industria manufacturera robusta, integrada en las cadenas de valor de Norteamérica. México puede aprovechar la relocalización de cadenas productivas (nearshoring) y la demanda internacional de minerales estratégicos, siempre que logre atraer inversiones, fortalecer su marco regulatorio y mejorar la infraestructura energética. Sin embargo, la competencia geopolítica y las restricciones comerciales pueden influir en el acceso a mercados y tecnologías, por lo que se requiere una estrategia nacional clara para insertarse en estas nuevas cadenas de valor.

El foro también puso sobre la mesa las “megafuerzas” que están redefiniendo el entorno macroeconómico: divergencia demográfica, disrupción digital (IA incluida), fragmentación geopolítica, evolución financiera y transición energética. Estas fuerzas generan volatilidad y cambian las perspectivas de crecimiento e inflación, creando tanto oportunidades como riesgos para los inversionistas.

En el plano financiero, las stablecoins –en su mayoría tokens digitales respaldados por monedas tradicionales– han visto una adopción explosiva desde 2020, con un puede transformar la demanda de activos tradicionales y el rol de los bancos, mientras la frontera entre mercados públicos y privados se difumina, sobre todo en el crédito privado.

La recomendación para los inversionistas es clara: el entorno actual exige un enfoque inteligente, que implica ser selectivo y mucho más granular. Hay que mirar más allá de los promedios y buscar oportunidades específicas en infraestructura, crédito privado y mercados emergentes que se benefician de estas megafuerzas. En México esto implica potenciar sectores ligados a la transición energética y la digitalización, y prepararse para una mayor volatilidad global.

En síntesis, la IA y las megafuerzas están redefiniendo el tablero económico y financiero mundial. México y América Latina tienen la oportunidad de ser protagonistas, pero deben actuar con visión estratégica, adaptabilidad y foco en la innovación para no quedar rezagados en esta nueva era. Además México cuenta con una posición estratégica en el T-MEC que puede atraer inversiones tecnológicas. Ello significa fortalecer sectores como manufactura avanzada y nearshoring.

Alfredo San Juan



  • Axel Christensen
  • Director de Estrategia de Inversiones para América Latina de BlackRock
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