Enrique Serna
  • Escritor. Estudió Letras Hispánicas en la UNAM. Ha publicado las novelas Señorita México, Uno soñaba que era rey, El seductor de la patria (Premio Mazatlán de Literatura), El vendedor de silencio y Lealtad al fantasma, entre otras. Publica su columna Con pelos y señales los viernes cada 15 días.
  • El éxito mendicante

    Al parecer no hay suficiente público para sostener la variopinta oferta teatral capitalina, donde la abundancia de puestas en escena es inversamente proporcional a su calidad.
  • Tragedia sin fin

    Desde el asesinato de Luis Donaldo Colosio, la sociedad mexicana se ha debatido entre la indignación y la resignación ante el avance arrollador de la criminalidad impune, que gobierna ya buena parte de la República.
  • La nueva antigüedad

    Una de las enseñanzas que me dejó el foro de Panamá fue la existencia de dos grandes grupos entre los cultivadores del género
  • Princesas esquivas

    Rubén Darío no se creía “el rey de todo el mundo”, pero sí un cisne del Danubio confinado a los pantanos del trópico.
  • Apología del mestizaje

    La élite criolla, hoy puesta contra las cuerdas, se las ha ingeniado para prevalecer en la cúspide de la pirámide social, y aunque ya no proclama sus fobias raciales con altavoces, los impone todavía a la chita callando.
  • Amputación o gangrena

    El domingo pasado se derrumbó el delirio de superioridad moral que López Obrador convirtió en alucinación colectiva.
  • Nostalgia de la verdad

    La salud mental y cívica de un pueblo quizá dependa en buena medida de su disposición a escuchar y decir verdades.
  • Barredora musical

    Algunos antropólogos marxistas creen todavía que las raíces de un género musical son un título de nobleza que lo exime de cualquier crítica.
  • Conversación carnal

    El temperamento sanguíneo del género humano tiende a contaminar las emociones puras. Aunque el cristianismo pretende alzar una muralla entre el cuerpo y el alma, las plegarias religiosas y los poemas de amor emplean desde tiempos inmemoriales el mism