En la continuación de su testimonio en el juicio contra Genaro García Luna, el ex agente de la entonces Policía Federal, Raúl Arellano Aguilera, contó que escuchó que algunas maletas que no eran revisadas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) eran de los cárteles de Sinaloa y de los Beltrán Leyva.
El ex policía aseguró que Israel Espinoza “el segundo jefe del aeropuerto” solía comer y comentar algunas cosas con el denominado "Grupo Especial", que era como se conocía entre los federales asignados a la terminal aérea, a los policías que presumiblemente dejaban pasar contrabando.
"Llegué a escuchar que estaban contentos, hasta los jefes. jefe Genaro, jefe Facundo, Luis Cárdenas. Están contentos, todos recibieron su parte", dijo en una declaración que fue objetada por la defensa de García Luna y que fue bloqueada por el juez Brian Cogan antes de que fuera traducida del español al inglés para que lo escuchara el jurado.
“Hablaban de que había pasado la maleta sin problemas. Estaban contentos”, contó el policía Arellano, quien aseguró que en ocasiones los invitaban que se acercaran a platicar con ellos, pero que él siempre rechazó tales insinuaciones.
“Hablaban de que había pasado la maleta, la 79 o la 40”, códigos que, según explicó, se referían a drogas y dinero respectivamente.
- Te recomendamos No tenemos documentos y fotografías, acepta 'El Lobo' Valencia en juicio de García Luna Policía
“¿Ellos (Cárdenas Palomino y García Luna) no venían de estar 30 años en la policía ni tenían un padre policía como usted?”, expresó César de Castro, abogado de García Luna, mientras el ex agente debió aceptar que no estaba de acuerdo en que gente que no había tenido una educación en academia militar de repente tomara cargos directivos.
—¿No estaba de acuerdo en que Genaro García Luna tuviera ese puesto?, cuestionó el abogado.
—Yo mencioné que no estaba de acuerdo con el grado de Luis Cárdenas Palomino.
—¿Estaba celoso de que él ascendiera?, intentó incomodar el defensor.
Luego de tomarse unos segundos para responder, Raúl Arellano Aguilera se incorporó de la silla, se acercó al micrófono y exclamó un “no.
IR