Aunque Ismael El Mayo Zambada lleva 62 días en la cárcel, la capacidad de fuego de su organización no ha menguado.
Preso a más de mil 65 kilómetros de Culiacán, el capo de 74 años sigue presente a través de un equipo de “capitanes” que encabezan la partida contra los hermanos Guzmán que alguna vez consideró sus ahijados.
MILENIO tuvo acceso a una lista elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que ubicó a 11 liderazgos criminales que se han posicionado –por ahora– como los defensores de El Mayo Zambada.
Estos criminales se han convertido en generadores de violencia en Sinaloa disponiendo de recursos humanos, materiales y financieros para la encomienda de expulsar a Los Chapitos de Culiacán y empujarlos a la extinción para vengar la supuesta traición que tiene al Señor del Sombrero encarcelado desde el 25 de julio.
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¿Qué tienen en común los aliados de El Mayo?
Los 11 capitanes son distintos entre sí, pero comparten tres características importantes, de acuerdo con una fuente que pidió el anonimato a cambio de contar a este diario los pormenores del documento:
- Poseen una gran base social.
- Tienen contactos de primer nivel con autoridades estatales.
- Manejan dinero a raudales, capaces de financiar una larga guerra con armamento, sobornos y contratación de “carne de cañón”.
Esta selección criminal no está redactada por la Defensa Nacional en orden de peligrosidad, así que para no alterar su sentido se presenta en orden alfabético por los apellidos de los capitanes: el ABC de la alineación de Ismael Zambada García.
El Aquiles, La Rana y El 00
Los primeros son los hermanos Arzate García, Alfonso y René, apodados El Aquiles y La Rana.
Su fuerza está en Tijuana, la vieja casa de otros violentos hermanos, Los Arellano Félix. Cada uno vale 20 mil dólares en recompensa pagadera por el FBI, aunque también hay otra forma de tasar su valor: son los traficantes de fentanilo más importantes en el sur de California, lo que supone que tienen fondos millonarios.
Una ficha de la DEA los describe como “violentos” y “especializados en secuestro y homicidio”.
Su masacre más conocida los pinta de cuerpo completo: 10 corredores de autos fueron asesinados por sus pistoleros en el evento deportivo Cachanillazo 2023 en Ensenada, Baja California, su otro bastión. Mataron una docena buscando acabar con un rival que se metía en sus rutas narcóticas. Con esa vehemencia defienden a El Mayo.
Sigue René Bastidas Mercado, El 00, un veterano de 41 años que ha estado en casi todas las tribus del Cártel de Sinaloa. Empezó como pistolero de Dámaso López, luego con Los Chapitos y ahora con La Mayiza. Su tropa es menor en comparación con otros capitanes, pero lo que le falta en gente, le sobra en billetes.
Los Cabrera, Caro Quintero y El Músico
Los terceros en la lista son los hermanos Cabrera Sarabia, José Luis y Alejandro, descontando a Felipe, quien está preso en Estados Unidos. En el noroeste les llaman los amos y señores de Durango, fieles desde hace años a El Mayo Zambada.
Sus nexos con políticos locales los hacen jugadores indispensables, pues las policías municipales desde Tamazula hasta Gómez Palacio responderían a sus pedidos.
En los archivos del Ejército mexicano está establecido que Los Cabrera prestaron al Señor del Quinto Mes una casa escondite en Vascogil, municipio de Santiago Papasquiaro.
Al tratarse de una comunidad de menos de 500 personas, José Luis y Alejandro, El 03 y El 02, disuadieron con billetes a todos de no delatar al nuevo habitante. Ese cuidado evolucionó a la actual guardia empistolada.
El cuarto es el único capitán que, según el documento, opera desde una cárcel: el recapturado Rafael Caro Quintero, El Narco de Narcos, habitante de la prisión de máxima seguridad El Altiplano y fundador del Cártel de Caborca. A
unque no apoya directamente a El Mayo Zambada, su brazo armado La Plaza ha elegido el bando del septuagenario y apoya su revancha desde Cajeme hasta San Luis Río Colorado.
En Sonora, La Plaza es conocida por su armamento de última generación: armas largas modificadas para ser automáticas, vehículos con blindaje capaz de soportar ataques de helicópteros artillados, drones explosivos con cámaras que identifican calor corporal y un arsenal de Barret 50 a las que mueven por el desierto.
El quinto lugar es un capitán de miras internacionales: Óscar Manuel Gastelum Iribe, El Músico, apodado así por supuestamente lavar dinero con las ganancias de decenas de bandas sinaloenses del género regional mexicano.
En la extinta estructura de los hermanos Beltrán Leyva alcanzó rango de jefe gracias a sus contactos con mafias de Honduras, El Salvador, Panamá, Colombia, Brasil y España.
Tiene acusaciones pendientes en las cortes de distrito de Illinois, California y Columbia, donde además de violento se le ubica como un narcotraficante acaudalado: tiene empresas en México en ramos como la producción musical, logística de eventos, espectáculos y hasta una compañía de periódicos y revistas, la Editorial Mercado Ecuestre.
El Guano, El Limón, El Ruso y Los Salazar
En orden alfabético, este es el sexto lugar, pero en odio a Los Chapitos bien podría ser el primero: Aureliano Guzmán Loera, El Guano, hermano mayor de El Chapo y por quien el Departamento de Justicia de Estados Unidos ofrece 5 millones de dólares en recompensa.
Según el documento, El Guano, de 78 o 79 años, ha ofrecido su ejército apodado El Cártel del Guano o CDG para cazar a sus sobrinos, una misión anhelada por él desde hace años, pero que permaneció en pausa hasta diciembre de 2023, cuando murió su madre María Consuelo Loera Pérez.
Si El Guano tuviera apenas la mitad de la fortuna de su hermano en la cúspide del poder criminal, se trataría de un delincuente con, al menos, 500 millones de dólares en la bolsa.
El séptimo es el 'hijo adoptivo' de El Mayo Zambada: Alfonso Limón Sánchez, El Limón, capitán de un escuadrón que usa como distintivo el parche de un limón verde en referencia al distinguible color de su Ferrari y a las asesinas Fuerzas Especiales Limón. Nacido en 1971, a los 36 años se hizo socio del fundador del Cártel de Sinaloa.
En 2007 formó parte de un grupo de alto nivel de la organización sinaloense, conocido como Los 5 Magos, que se escaparon del penal de Aguaruto, Culiacán: junto con él se fugaron El Azulito, ‘El 20, El Changuito Ántrax y El Pancho Chimal.
Agrandado por su fama de violento y escurridizo, El Limón tomó el bando de El Mayo Zambada cuidando sus intereses a cambio de la protección de sus negocios desde Culiacán hasta Riverside, California.
El Mayo llegó a sentir tanta confianza y aprecio por él –algo poco común– que El Limón fue considerado por las dependencias de seguridad estatales como el posible sucesor del capo septuagenario, en caso de que su hijo biológico, El Mayito Flaco, no pudiera ocupar su trono.
Juan José Ponce Félix o Alexander Sánchez Félix, El Ruso, ocupa el octavo lugar. Otro incondicional, leal a El Mayo desde 2008, cuando Gonzalo Inzunza Inzunza, El Macho Prieto, se fijó en él y le encomendó la tarea de construir túneles y bodegas además de contratar desde pasadores hasta choferes para enviar cocaína desde Sonora hasta Estados Unidos.
El Mayo quedó tan impresionado con su trabajo que paulatinamente le dio tareas más relevantes hasta que en 2013 tomó el lugar de El Macho Prieto, asesinado en Puerto Peñasco.
Desde entonces, El Ruso construyó no sólo infraestructura para su jefe, sino que levantó uno de los brazos armados más letales del norte del país: Los Rusos, que según el documento militar, cuenta con unos 2 mil integrantes, uno de los más numerosos del país.
El noveno lugar lo tiene el capitán Crispín Salazar Zamorano, líder de Los Salazar y heredero de Adán Salazar Zamorano, Don Adán, viejo amigo y operador de El Chapo y El Mayo hasta su extradición en agosto del año pasado.
Antes aliados de Los Chapitos, los del clan Salazar aseguran que fueron traicionados por ellos tras la caída de Ovidio Guzmán y que su orden de detener el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos era unilateral y sólo ayudaba a Los Menores, así que se rebelaron y ahora pelean contra ellos para expulsarlos de su antiguo baluarte, el Desierto de Sonora.
El Gigio, El Yuko y El Mayito Flaco
Décimo lugar: Sergio Valenzuela Valenzuela, El Gigio y jefe de Los Gigios. Pasó de desconocido criminal a uno de los hombres más buscados en México y Estados Unidos en abril de este año, cuando el gobierno de Joe Biden lo ubicó como El rey del fentanilo.
Entrenado por un desertor del ejército estadunidense, El Gigio trabaja para El Mayo desde 2004. Primero, consolidó para su jefe la plaza de Nogales; luego, le entregó las plazas sonorenses que tenían los hermanos Beltrán Leyva; finalmente, se le consideró El Señor de las Guerras, el vocero de Zambada García para declarar conflictos o treguas.
Tan leal es que su brazo armado se llama Los Siete Demonios, inspirado en el pasaje de Los Siete Hombres de Fe elegidos para servir a Dios con incondicionalidad.
El undécimo y último capitán es un fantasma. Un desconocido. No tiene nombre completo, fecha de nacimiento ni fotografía. Sólo se le conoce por sus menciones en las frecuencias de radio que usan policías y narcotraficantes en el estado: El Yuko, cabeza de Las Fuerzas Especiales Yuko.
Al final del documento, los autores establecen que un nombre ha sido omitido a propósito. El de Ismael Zambada Sicairos, El Mayito Flaco, por una consideración excepcional: es el único 100 por ciento leal a Ismael Zambada García, su padre.
Todos los demás tienen, al menos, un historial de deslealtad a un viejo jefe del Cártel de Sinaloa. Serviles, pero no tanto. Faltos de la inigualable conexión de sangre.
Bajo el nombre del narco-junior de 42 años, están sus tres brazos armados, los únicos señalados con un rectángulo. Esos que se suman al embate contra Los Chapitos, pero ya no desde el liderazgo de un capitán, sino del único director y sucesor.
Ahí está La Mayiza, La Gente del Comanche, Los Rugrats y Los Meños, considerados como casos excepcionales por su letalidad y juventud. Los que se van a morir, sin cuestionarlo, si se les ordena. Los mártires suicidas de El Mayo.
RM