El gobierno federal tendrá que trabajar todos los días para dar golpes de precisión constantes que logren un debilitamiento real del Cártel Jalisco Nueva Generación pues el congelamiento de cuentas no bastará mientras sigan teniendo miles de millones de pesos para manejar en efectivo.
Así lo consideró Salvador Mejía, experto en temas de lavado de dinero, quien advirtió que si bien los golpes que ha dado la Unidad de Inteligencia Financiera contra el crimen organizado son muy importantes, también es fundamental la labor de la Fiscalía General de la República que deberá hacer las investigaciones correspondientes y lograr la extinción de dominio.
Alertó además que posiblemente los 100 mil pesos que los sicarios les prometieron de pago a quienes realizaron el atentado en contra de Omar García Harfuch no fueron transferidos al sistema financiero sino entregados en efectivo.
“Estoy casi seguro que no pasó un solo peso a través de esas cuentas, esos son eventos que se pagan en efectivo, lo que ellos buscan es tener ese dinero en efectivo al final del día para estos temas. Es inevitable que se bloqueen las cuentas de todas las personas involucradas, pero si pensamos que esto forma parte de la ofensiva contra las personas del Cártel Jalisco Nueva Generación pues parece que estamos viendo la película equivocada o incompleta”.
Mejía agregó que la guerra del gobierno federal contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación también se centra en el envío de mensajes que han quedado claros en los últimos días.
“Es una lucha de imágenes y de percepciones, y las autoridades también están jugando esta partida, ver imágenes de este funcionario en la cama del hospital con armas a su costado, verlo con el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera mandando un mensaje; como también es una imagen muy poderosa ver a la Jefa de Gobierno vestida de blanco, teniendo atrás de ella a un alto militar que dé una señal de apoyo.
“Le entran a este juego de comunicación. Es una guerra de imágenes que estamos viendo por parte de las autoridades”.
Además de que señaló que el delito que podría aplicar en este tipo de acciones es el de terrorismo, lo que abre una nueva ventana en las investigaciones pues “no es lo mismo matar a un rival, a un funcionario o a un funcionario público con una arma de fuego, a disparar armas de grueso calibre con armas de asalto, lanzarte granadas, incendiarte el vehículo, es parte de una gran teatralidad por parte de los cárteles con la finalidad de infundir miedo a sus rivales, a la población y al gobierno, se funda terrorismo”.
bgpa