El sol apenas comenzaba a asomarse en la comunidad Golfo de Santa Clara el pasado martes 19 de marzo, cuando el estruendo de detonaciones de arma de fuego anunció un nuevo enfrentamiento entre grupos de la delincuencia organizada que se disputan el control del cruce fronterizo a Estados Unidos.
Fue en el kilómetro 94 de la carretera a Puerto Peñasco en San Luis Río Colorado, Sonora, donde horas más tarde fueron localizados los cuerpos de siete hombres, además de que se confirmó el despojo de al menos 15 vehículos por parte de criminales a turistas y camioneros que circulaban por la zona.
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"Los fallecidos, todos masculinos, presentaron heridas por disparos de arma de fuego, vestían ropas y calzado táctico. Actualmente, se está trabajando en comparativas de ADN y revisión en la base de datos del Sistema Automatizado de Identificación Dactilar para obtener sus identidades", comunicó la Fiscalía General del Estado (FGE).
Los trabajos de identificación realizados por la FGE les permitió confirmar el deceso de Samuel Ibarra Peralta, mejor conocido como El Pía. Con 48 años de edad, autoridades de Sonora y Mexicali lo tenían ubicado como un peligroso jefe de plaza de Los Chapitos, la facción del Cártel de Sinaloa que encabezan los hijos de Joaquín Guzmán Loera.
El Pía solía operar en el Valle de Mexicali y por su amplia trayectoria delictiva fue considerado por la Fiscalía de Baja California como un objetivo prioritario, no obstante y tras la llegada de un convoy de alrededor de 35 camionetas a San Luis Río Colorado, el lugarteniente de Los Chapitos se había desplazado recientemente al norte de Sonora.
El reciente y violento episodio que tuvo como epicentro la comunidad Golfo de Santa Clara se sumó al amplio historial de disputas que brazos armados de Los Chapitos y de Ismael El Mayo Zambada han protagonizado por el control de las principales rutas del trasiego de drogas tanto de Baja California como de Sonora.
La Chapiza vs Rusos: la disputa por San Luis Río Colorado
La captura y extradición a Estados Unidos de Joaquín Guzmán Loera implicó un reacomodo en México del imperio criminal que construyó junto a Ismael El Mayo Zambada en el Cártel de Sinaloa.
La 'salida del juego' de El Chapo provocó que distintas células delictivas que trabajan para la organización delictiva comenzaran a disputarse el control de la región fronteriza que abarca el Valle de Mexicali, Sonoyta y San Luis Río Colorado.
Respecto a este último municipio, información de la Fiscalía General de la República (FGR) recabada para MILENIO por el periodista Héctor Navia apuntó a que tuvo un alza de la violencia -al menos desde 2017- por la irrupción del brazo armado conocido como Los Salazar, antiguos socios de El Chapo que tras su aprehensión continuaron trabajando para la facción que actualmente encabezan los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar.
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La célula delictiva, que encabezó en su momento Adán Salazar Zamorano -mejor conocido como Don Adán-, operaba en Chihuahua, Sonora y Sinaloa, no obstante, habrían desplazado a narcotraficantes locales quienes respaldan a otro grupo criminal que tiene presencia en el Valle de Mexicali, aledaña a San Luis Río Colorado: Los Rusos.
Encabezados por Juan José Ponce Félix, según da cuenta una investigación realizada por el semanario ZETA Tijuana, el brazo armado ha sido identificado como aliado de la facción de Ismael El Mayo Zambada. Si bien la disputa por el control de zona fronteriza comenzó a dejar episodios violentos en San Luis Río Colorado desde 2017, las rencillas entre ambas células delictivas se acrecentaron tras el fallido intento de las autoridades por detener a Ovidio Guzmán López en octubre de 2019.
Aquel día, conocido también como El Culiacanazo, el ejército de sicarios al servicio de los hijos de El Chapo desató terror en la capital sinaloense para evitar la extracción de El Ratón, no obstante y fieles al bajo perfil y diplomacia que han caracterizado a El Mayo Zambada, Los Rusos optaron por no movilizarse.
Pese a que en Sinaloa la disputa entre ambos brazos armados fue controlada en menor medida para evitar que afectara los intereses de la organización delictiva, los conflictos se trasladaron hacia el norte de Sonora y los límites de Baja California.
"La situación de pleito o pugna, obedece a la animadversión de dos grupos criminales de una misma organización transnacional que es el Cártel de Sinaloa [...] Estos dos grupos rivales, unos ingresan por el Golfo (de Santa Clara) en San Luis Río Colorado y otros están asentados en la defensa de sus intereses, que es el Valle de Mexicali", explicó el fiscal de Baja California en mayo de 2022.
La tregua entre Los Chapitos y ‘El Mayo’ Zambada
El 5 de enero de 2022, personal de las Fuerzas Armadas de México logró la recaptura definitiva de Ovidio Guzmán López en la sindicatura de Jesús María en Culiacán. Nueve meses más tarde fue extraditado a Estados Unidos e ingresado al Centro Correccional Metropolitano en Chicago.
El duro golpe que recibió la que es considerada como la facción más poderosa del Cártel de Sinaloa provocó que realizaran una serie de reacomodos tanto a su organigrama como a la coordinación de las actividades delictivas que perpetran, incluyendo el tráfico de fentanilo.
Dentro de las acciones tomadas por los hijos de Joaquín Guzmán Loera destacó la tregua que solicitaron a quien fue durante décadas un socio y 'compadre' de su padre, pero que tras su detención se convirtió en uno de sus más aguerridos contrincantes: Ismael Zambada García, El Mayo.
En diciembre de 2023, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) elaboró un reporte que fue consultado por el periodista Óscar Balderas para MILENIO en el que se detalla que los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo sostuvieron comunicación con el también llamado Señor del Sombrero para solicitar el cese a las hostilidades entre ambos bandos con el objetivo de concentrarse en enemigos en común.
Fuentes militares consultadas también por el citado periodista refieren que el acuerdo entre Los Chapitos y El Mayo se sostuvo bajo tres importantes condiciones: los hijos de Joaquín Guzmán Loera renunciarían al negocio del fentanilo para bajar la presión de Estados Unidos, ambos bandos se unirían para frenar el avance del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en Durango y Zacatecas, además de que todos se activarían en caso de que les sorprendiera alguna acción de las autoridades.
Las acciones emprendidas por ambas facciones terminarían por confirmar su tregua a las autoridades, sin embargo, al ser el Cártel de Sinaloa una organización horizontal -es decir, con varios liderazgos- no es de sorprenderse que tanto Los Rusos como La Chapiza continúen enfrentándose en regiones clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes, tal y como lo es San Luis Río Colorado en Sonora.
ATJ