En un error estratégico, la policía municipal de Celaya, Guanajuato, inició una confrontación directa contra el Cártel de Santa Rosa de Lima, en vez de enfrentar a la delincuencia en general, lo que ha derivado en el asesinato de nueve agentes en lo que va del año.
En la segunda ciudad más importante en Guanajuato, ubicada en el corredor del Bajío, los policías usan camionetas todo terreno blindadas, armas largas y pasamontañas. Dejaron de lado el fuero común para emprender una lucha frontal contra la organización que dirigió José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, antes de ser arrestado.
“La policía de Celaya está combatiendo frontalmente al Cártel de Santa Rosa de Lima, desafortunadamente ya es una confrontación más directa… directamente una organización contra otra organización (...) Una organización policiaca contra una organización delictiva, que ha dado resultados. Sin embargo, ha costado vidas a la policía de Celaya”, explica en entrevista con MILENIO el general Enrique García Jaramillo, comandante de la 16 Zona Militar en Guanajuato.
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En esta estrategia municipal, las autoridades locales emplean a ex agentes de la extinta Policía Federal, quienes han sido víctimas de la violencia criminal.
La noche del miércoles 24 de enero, el ataque tuvo lugar en la carretera Celaya-Salvatierra, a la altura de Santa María del Refugio. Víctor, Ezequiel, David y Arturo fueron emboscados y asesinados.
Nadie los conocía, hasta que sus nombres fueron divulgados en redes sociales. No tenían vecinos, novias, amigos o familiares en la ciudad, nadie que levantara sus cuerpos perforados con balas, pues vivían en la comandancia y todo el tiempo estaban encapuchados.
Y ni siquiera tuvieron un homenaje, ya que ninguno de ellos era de Celaya. Lo único que se supo es que eran Fedepales, como se les llama a este polémico grupo de ex Policías Federales contratados por la policía municipal para realizar operaciones especiales, que tenían apenas un año trabajando en esta corporación, y que con se sumaron a las víctimas asesinadas por el Cártel de Santa Rosa de Lima.
Aunque las autoridades locales aseguran que es un asunto de competencia federal; “Son temas de delincuencia organizada… incluso de seguridad nacional”, declaró en una entrevista a TV LIBERTAD, Jesús Rivera Peralta, actual secretario de Seguridad de Celaya, quien fuera mando en la otrora Policía Federal, encargado de instalar este modelo de fuerzas especiales dentro de la corporación.
“Si hacemos el análisis de lo que está pasando, el tipo de artefactos que ya utiliza materiales de guerra que son las granadas, nosotros como policía municipal tenemos muy acotada la legislación”, agregó.
Los números de la Tesorería Municipal confirman que desde octubre de 2021 y durante 2022, mataron a por lo menos 21 elementos en el cumplimiento del deber o en descanso; en 2023 también fueron 21, y en lo que va del 2024 suman ya nueve los elementos ejecutados, entre ellos un bombero. Lo que representaría 50 policías y 21 millones 900 mil pesos en pólizas de seguro.
La descomposición en este corredor del Bajío, que incluye a Celaya, Villagrán, Salvatierra, Apaseo el Grande, Apaseo el Alto, Cortázar, Juventino Rosas, entre otros más, se remonta a 2014 con la incursión de las drogas sintéticas y del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Le siguió el combate contra el robo de combustible (2019) y la diversificación del crimen hacia negocios como la extorsión o el robo en carreteras; la detención de líderes criminales como El Marro en 2020; y en enero de este año, la de su hijo, Luis Antonio Yépez, El Monedas, lo que desató la violencia policial.
“En Guanajuato, el problema es el narcomenudeo”, explicó el general. Pues cerca del 95 por ciento de las muertes, de los homicidios dolosos, estarían relacionados con este delito.
Actualmente, tres cárteles se disputan el territorio: el de Jalisco, el de Sinaloa, y el de Santa Rosa de Lima, principalmente por el mercado de la metanfetamina.
“Estamos presentes en las colonias de mayor incidencia, ahí es donde están los homicidios y ahí tenemos la mayor parte de nuestras tropas”, añadió el general.
La falta de policías y de agentes confiables generó la movilización de 8 mil 500 elementos del Ejército y de la Guardia Nacional en el Estado y tan solo 3 mil 500 solo para la zona rural y urbana de Celaya como parte de la fuerza de Tarea Conjunta en México.
El Coronel Mauricio García Rivera, comandante del 3er Batallón de Infantería, llegó desde Minatitlán, Veracruz para pacificar Celaya. Realiza recorridos a pie en colonias con alto índice de homicidios. “Están aquí –dice- gustosos, entusiastas, poniendo nuestro granito de arena para que tengamos un México más tranquilo”.
“Aquí nos desplegaron para coadyuvar con las autoridades para mantener un ambiente de paz, seguridad y se generen los cimientos, adecuados para un desarrollo de los pueblos”.
Detienen a primo de 'El Marro' en Celaya:
Con información de Avelina Guevara.