El pasado 23 de febrero, Javier Algredo Vázquez fue sentenciado a pasar 18 años y ocho meses de su vida en prisión. ¿El motivo? La responsabilidad que el hombre de 56 años tuvo en adquirir sustancias químicas para que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fabricara sustancias controladas que, posteriormente, fueron traficadas a Estados Unidos.
Según el comunicado emitido por el Departamento de Justicia, Algredo Vázquez fue declarado culpable en un juicio celebrado en julio de 2023 por conspiración para fabricar y distribuir metanfetamina, además de la distribución de una sustancia de la Lista I para la producción del narcótico y lavado de dinero.
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El proceso legal que el hombre de origen mexicano enfrentó se da en medio de la guerra que Estados Unidos le declaró a las drogas sintéticas por la crisis de salud pública que ha dejado en los últimos años más de 100 mil muertes por sobredosis en el país vecino.
Si bien la organización que Nemesio Oseguera Cervantes encabeza recibió un severo golpe tras quedarse sin algunos de sus proveedores más constantes, la condena de Javier Algredo Vázquez y una acusación federal en contra de su hermano Carlos dejaron al descubierto cómo, ante el aumento de restricciones para los precursores químicos que países como China han comenzado a poner en marcha, los intermediarios se dieron la tarea de buscarlos en otros territorios.
Del ‘sueño americano’ al emprendimiento ilegal
La intención que decenas de personas alrededor del mundo tienen por alcanzar una mejor calidad de vida en Estados Unidos los motiva, día con día, a emprender peligrosas travesías con la única finalidad de cruzar la frontera.
Aunque existen múltiples historias que dan cuenta de cómo la comunidad latina logró establecerse en el país de las barras y las estrellas, la de la familia Algredo Vázquez logró acaparar la atención de las autoridades por el cambio de 180 grados que su estilo de vida dio.
Y es que, de acuerdo con una reciente investigación de InSight Crime, Javier y su familia salieron de Michoacán para vivir durante décadas en el condado de Queens, Nueva York. Durante más de 15 años, el hombre trabajó para una prestigiosa cadena hotelera, no obstante, paulatinamente se dio a la tarea de comenzar a consolidar una nueva faceta como empresario.
"En los últimos diez años, había creado una empresa que frecuentemente realizaba negocios con distribuidores de productos químicos en varios países. Su hermano, Carlos, también era un hombre de negocios con una empresa de importación de productos químicos en México", se lee en una parte de la investigación realizada por Steven Dudley, Victoria Dittmar, Parker Asmann y Daniela Valle.
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Pese a que durante una década ambos hermanos lograron mantener su discreto negocio fuera del radar de las autoridades, el 13 de noviembre de 2020 fue presentada ante el Distrito de Columbia una acusación formal en contra de Carlos Algredo Vázquez y su socio Francisco Pulido Coracero por delitos relacionados a la conspiración para producir y distribuir metanfetaminas, así como sustancias controladas. Según el documento judicial, los acusados habrían incurrido en los delitos mencionados al menos desde 2011.
"Francisco Pulido Coracero, también conocido como Don Puli o Pepino, y Carlos Algredo Vásquez, junto con otros conocidos y desconocidos para el Gran Jurado, a sabiendas, intencional y deliberadamente conspiraron y acordaron distribuir productos químicos de la Lista I, es decir, metilamina, nitroetano, ácido fenilacético y otros, así como productos químicos de la Lista II, es decir, tolueno, acetona y otros, con la intención y el conocimiento de que dichos productos químicos se utilizarían para fabricar una sustancia controlada, es decir, metanfetamina", se expone en una parte de la acusación federal presentada ante el Distrito de Columbia.
La red de proveedores de los hermanos Algredo Vázquez
Documentos judiciales citados por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) a través de su Servicio de Control de Inmigración y Aduanas, señalaron que, Carlos Algredo Vázquez y su socio Francisco Pulido Coracero, supuestamente utilizaron empresas aparentemente legítimas en México y Estados Unidos para adquirir las sustancias químicas de compañías procedentes de China, India y Turquía.
Adicionalmente, un análisis de datos comerciales realizado por InSight Crime logró identificar transacciones con empresas de Alemania y Estados Unidos, en donde los cargamentos salían de varios puertos marítimos para cruzar los océanos Pacífico y Atlántico.
En la acusación que el Distrito de Columbia emitió en contra de Javier Algredo Velázquez en agosto de 2021 se detalla que el michoacano utilizó su empresa Pro Chemie New York Inc. para adquirir los productos que posteriormente su hermano Carlos recibía en México a lo largo de una segunda compañía llamada MB Barter & Trading S.A. de C.V. con sede en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.
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La investigación puntualizó que entre 2018 y 2021 la red de los hermanos Algredo desvió un total de mil 453 toneladas de precursores químicos para la elaboración de metanfetaminas, mil 848 para aumentar la potencia del narcótico y 44.1 toneladas más de productos para la producción de fentanilo.
La búsqueda de nuevos distribuidores de precursores químicos en otros países figura como una de las consecuencias que ha tenido la guerra que el país de las barras y las estrellas le declaró al fentanilo pues, luego de que China fuera identificado como uno de los principales proveedores, el titán asiático ha implementado medidas para controlar la producción y distribución de ciertas sustancias.
"Las normativas y leyes de otros países productores suelen ser menos estrictas y presentan numerosas lagunas y deficiencias en su aplicación. De hecho, muchas de las sustancias necesarias para producir drogas sintéticas se fabrican y comercializan legalmente para numerosas industrias", indica en un reciente análisis la fundación dedicada al estudio de la amenaza a la seguridad nacional de América Latina y el Caribe.
Con el caso de la red de los Alegro Velázquez como precedente, tras una revisión de expedientes judiciales, InSight Crime ubica a India, Alemania, Estados Unidos y Guatemala en una creciente lista de países que desempeñan un papel importante para las cadenas de suministros de precursores químicos.
La explicación de cada uno recae tanto en su ubicación geográfica clave -como es el caso de Guatemala- hasta las industrias químicas y la debilidad de sus normatividades en el rubro, por ejemplo de India. "Alemania y Estados Unidos son al tiempo países de origen y puntos de tránsito para preprecursores y sustancias químicas esenciales", indica la investigación.
Javier Algredo Vázquez permanecerá en prisión hasta que cumpla la sentencia que recién le dictaron, no obstante, hasta el momento en el que se escribe esta nota es poca la información que se tiene sobre su hermano Carlos, quien aún tiene una cita pendiente con la justicia estadunidense.
ATJ